Mediante el decreto 364-21, el presidente de la República, Luis Abinader, extendió unos días más el último toque de queda iniciado el pasado martes 2 de junio y dispuesto el pasado 30 de mayo.
Buscando bajar la curva de contagios, en la pasada disposición presidencial también se estableció una jornada especial de vacunación en San Cristóbal, Santo Domingo y el Distrito Nacional, de las ciudades con mayores casos positivos, en la que se vacunaron alrededor de medio millón de personas.
Pese a esto, la medida del toque de queda fue extendida hasta el miércoles 6 de junio. A continuación las razones tomadas en cuenta para esta decisión:
El país se encuentra en un nuevo estado de emergencia desde el 20 de julio de 2020 y fue prorrogado por última vez el pasado 30 de mayo, lo que abre las puertas a la extensión de los días con toque de queda.
Una segunda razón es la circulación en el territorio nacional de nuevas variantes de la Covid-19, como la británica y la brasileña, dos de las más preocupantes y contagiosas en los últimos meses en el mundo, lo que hace necesario continuar fortaleciendo y evaluando las medidas tomadas para evitar la propagación de la enfermedad.
El tercer argumento expresado en los considerandos del decreto 264-21 es que, de acuerdo a las autoridades sanitarias internacionales, el gobierno debe disponer restricciones de movimiento y continuar con medidas de distanciamiento por ser un país con transmisión comunitaria.
Según la estrategia preparada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para guiar la respuesta del gobierno durante la pandemia, las autoridades deben adoptar medidas de distanciamiento físico y restricciones de movimiento que reduzcan el contacto entre personas para reducir la mortalidad y curva de contagio de la enfermedad y aliviar parte de la presión de los servicios de atención médica.
Una última razón es que la evolución epidemiológica de la Covid-19 en el país amerita mantener las medidas de distanciamiento social adoptadas por el Poder Ejecutivo.
El presidente de la República atribuyó, además, la diferencia de horarios entre varias provincias a la existencia de diferencias en cuanto al nivel de contagio y la tasa de positividad entre las demarcaciones geográficas del país.
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