Al iniciarse la Cuaresma, estudiantes de la Escuela República Dominicana, en Villa Juana, reciben la imposición de la cruz de ceniza en la frente este Miércoles de Ceniza.
La Iglesia católica celebra hoy el Miércoles Ceniza, que marca el inicio de la Cuaresma, consistente en los 40 días de preparación para la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
Los 40 días de preparación para la Semana Santa iniciaron en la mañana de hoy en la mayoría de las iglesias del país, con la imposición de la cruz de ceniza en la frente a los creyentes.
Se trata de un rito en el que el sacerdote que hace la imposición de la ceniza le recuerda al creyente que polvo es y en polvo se convertirá, por lo que le exhorta a convertirse y creer en el evangelio.
Estas palabras, pronunciadas por sacerdotes mientras trazan con ceniza la cruz en la frente de los feligreses, representan todo el Miércoles de Ceniza, el inicio de la Cuaresma, los 40 días en los que los católicos se preparan para la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
La ceniza es el resultado de la quema de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior, y se impone a los cristianos como un recordatorio de que la vida terrenal es temporal.
Se trata, además, de un tiempo de ayuno y meditación, como señal de sacrificio y postración ante Dios y su hijo Jesucristo.
Los historiadores ligan su origen al judaísmo, en el que en la antigüedad los creyentes tenían por costumbre cubrirse con cenizas cuando cometían pecado o si se preparaban para una fiesta importante. Era un símbolo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.
Empieza cuarenta días antes del Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa.
Este día, que es para los católicos día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo, se realiza la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a misa.
La celebración de este día puede iniciarse con una procesión penitencial desde el exterior del templo, desde una capilla vecina, o por lo menos una entrada procesional del sacerdote celebrante y los ministros sagrados. En esta procesión se cantan las letanías de los santos.
Luego de la homilía, se procede a la bendición de la ceniza con una breve oración pronunciada por el sacerdote celebrante. Seguidamente, el sacerdote, que puede ser ayudado por sus ministros, realiza la imposición de la ceniza sobre los fieles.
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