“Fuiste una esposa maravillosa, una madre maravillosa”, con estas palabras Marino Vinicio Castillo Rodríguez (Vincho), le dio el último adiós a su esposa, Sogela Semán, quien falleció el pasado sábado.
Madre abnegada, desinteresada, amorosa, mujer de batalla, fe y espiritualidad, fueron algunas de las expresiones utilizadas para describir a doña Sogela mientras recibía ayer cristiana sepultura en el cementerio Cristo Redentor.
Un solemne Vincho, rodeado de sus hijos y otros familiares cercanos, fue el encargado de despedir a su esposa de varias décadas y por más de diez minutos se dirigió a los presentes, sin quitar su mano izquierda del féretro, expresando lo dolorosa que era la situación que atravesaba. Recordó a una mujer que siempre priorizó a su familia, algo que también resaltó uno de slos hijos que procreó la pareja, Pelegrín, señalando que para doña Sogela, lo importante era la salud de ellos.
Sogela Semán, mujer de fe
Uno de los aspectos característicos de Sogela, de acuerdo con familiares y allegados, fue su espiritualidad, algo que extendió a su vida en el hogar. “Mi madre fue una mujer excepcional, que edificó su vida alrededor de la familia y la oración. La vamos a recordar siempre alrededor de esos valores, una mujer de enorme fe que, acompañando a los integrantes de una familia política y pública, supo ser un soporte moral y espiritual”, expresó Pelegrín a su salida de la Funeraria Blandino.
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