El parque Enriquillo es un lugar de libre esparcimiento para el público, ubicado en la emblemática avenida Duarte en el mismo corazón de Villa Francisca, en el Distrito Nacional.
Sin embargo, en los últimos tiempos se ha convertido en escenario de acciones inmorales que cometen prostitutas, en su mayoría de nacionalidad haitiana.
Desde que los ciudadanos entran al parque, ya están en un mercado “especial”, donde “cualquier necesidad se resuelve”, aunque los agentes de la Policía Nacional estén en frente a la plaza.
Entre las escenas más comunes está que las féminas haitianas se acercan a los hombres que pasean por el parque y, de manera sutil, le pasan la mano por la espalda. A partir de esa acción, los hombres deciden si quieren corresponder o no a la mujer. Este grupo es generalmente visto hasta altas horas de la noche en el parque. De hecho, “mientras más tarde sea, hay mayor mercancía”, explicó un limpiabotas a periodistas de Listín Diario.La poca ropa que llevan, apretadas, cortas y rotas, son las prendas que ayudan a identificar que se trata de una mujer que ofrece su cuerpo a cambio de una suma no mayor de RD$700.
“Esas mujeres son las dueñas de este parque, cobran desde RD$200 hasta RD$700 por un rato con ellas, se la llevan a esos moteles (señalan los que están al frente), y ellas vuelven y se posicionan aquí (en el parque)”, explicó el limpiabotas, quien prefirió el anonimato.
Otro señor, quien también decidió el anonimato, narró que en varias ocasiones las prostitutas se quedan con pertenencias de quienes se interesan en ellas.
“Oye, esas haitianas no son fáciles, ni las dominicanas que hay tampoco. No es ni uno ni dos, los hombres que se van con ellas y los atracan, les quitan hasta el reloj y se van”, comentó el ciudadano.
Este ambiente depravado se da frente a niños, adultos y familias que visitan el parque para recrearse, pasar un rato ameno o para disfrutar del entorno; pero esos visitantes se llevan una mala impresión por lo que prevalece en el lugar.
Reporteros de este diario visitaron el lugar de esparcimiento y observaron los movimientos justamente a la 1:15 de la tarde. Durante ese tiempo se pudo evidenciar que las mujeres que ejercen la prostitución son jóvenes de más o menos 25 años de edad, y tal y como corroboró un morador de la zona, tras indicar que algunas de las “trabajadoras sexuales” solo tinen 20 años.
“Usted las ve así, que parecen de 30 años, pero son bichitas que han abusado de su cuerpo. Yo sé de una que tiene 17 años, pero imagínate, eso fue lo que ellas decidieron hacer con su vida”, contó un vecino, quien dijo que suele bajar del edificio donde reside al parque Enriquillo.
Otros que merodean a menudo la plaza, aseguran que hay hombres que le buscan clientes a las chicas del parque y por eso se quedan con una parte del dinero.
Esa situación continúa, a pesar de que el lugar cuenta con la custodia de cuatro policías las 24 horas del día y de que frente al parque se encuentra el Destacamento de la Policía de Villa Francisca.
El parque Enriquillo es visitado por miles de personas que frecuentan el Paseo Comercial Duarte, por los moradores de los alrededores y por otros que llegan desde Baní, San Cristóbal, San Pedro de Macorís, Higüey, El Seibo, La Romana y Hato Mayor; localidades que tienen sus estaciones de autobuses alrededor del parque.
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