Los alcaldes de las ciudades de Nueva York, Eric Adams, y de Chicago, Lori E. Lightfoot, han pedido a Colorado que cese el envío de migrantes en autobuses a ambas ciudades.
Hicieron la solicitud en momentos en que el presidente Joe Biden se apresta a visitar la frontera entre EEUU y México.
Los dos alcaldes han afirmado en una carta conjunta al gobernador demócrata de Colorado, Jared Polis, que el Estado ha enviado centenares de migrantes a ambas ciudades durante el mes de diciembre, un momento en el que los centros de acogida se encontraban en sus límites.
«Aunque compartimos la preocupación de dar cabida a la avalancha de solicitantes de asilo, sobrecargar a otras ciudades no es la solución», han comunicado los dirigentes según la agencia Bloomberg.
El trayecto por carretera desde Colorado a Nueva York tiene una duración de casi 30 horas, mientras que a Chicago son 16 horas. Una situación que precariza todavía más la llegada de los solicitantes de asilo y que ha sido denunciada por parte de las organizaciones benéficas.
Este no es la primera vez que gobernadores de Estados Unidos son señalados por enviar migrantes en autobuses a otras regiones. A finales de diciembre, la Casa Blanca señaló al gobernador de Texas, Greg Abbott, por poner en peligro la vida de los migrantes después de que llegasen buses fletados a la puerta de la residencia oficial de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris.
«El gobernador Abbott ha abandonado a niños en el arcén de la carretera a temperaturas bajo cero en Nochebuena sin coordinarse con ninguna autoridad federal o local», criticó un portavoz de la Administración Biden.
Estas acusaciones se producen a las puertas de la primera visita presidencial de Joe Biden a El Paso este domingo, la región fronteriza entre Estados Unidos y México que representa uno de los centros calientes de la cuestión migratoria.
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