Este martes fue aplazada la audiencia para el conocimiento de la medida de coerción de José Alfredo Ventura Tupete, uno de los implicados de en el caso del asesinato de Luis Miguel Jáquez Rodríguez y Elizabeth Almarante Pacheco de la comunidad de La Guáyiga.
Ventura Tupete es acusado de actuar en complicidad de asociación de malhechores con otras personas para supuestamente cometer el referido crimen, según datos obtenidos del documento de solicitud de medida de coerción del caso, sometida por la Fiscalía Santo Domingo Oeste.
Sin embargo, el mencionado documento también contiene una presunta cronología de acciones cometidas por los imputados que conllevaron a no solo la muerte de la pareja, sino a un intento de encubrir los hechos.
La primera fecha destacada en la solicitud es el 24 de enero de este año, la noche de la “desaparición” de Jáquez Rodríguez y Almarante Pacheco de su residencia en La Guáyiga.
Ese día el Ministerio Público aseguró que, durante la madrugada, un vehículo marca Hyundai, modelo Tucson 2020 de color Gris fue captado en video saliendo de la calle donde se ubica el domicilio de los occisos.
Esta yipeta está a nombre de alguien identificado como Clarissa Esther Nova Pérez, quien indicó a los fiscales que ese vehículo es utilizado por su hermano Alfredo Antonio Nova Pérez que, a su vez, se dedica a rentarla.
Al ser entrevistado en el pasado febrero, Alfredo Antonio Nova Pérez entregó a las autoridades la yipeta voluntariamente, asegurando que él no es quien renta directamente el vehículo, ya que tiene un empleado para eso, llamado Carlos Manuel Rojas Rosa.
Ese mismo día las autoridades contactan a Rojas Rosa, quien indicó que el 21 de enero de 2023 le rentó el vehículo a Leonardo Alejandro Méndez Mojica, recibiéndolo seis días después.
Utilizando el GPS de la yipeta, y los videos captados en varias cámaras, los fiscales dijeron que pudieron determinar que el vehículo se detuvo por una hora en la calle Manuel de Jesús Galván González, sector La Esperanza, municipio Los Alcarrizos, el 24 de enero.
Esa calle, según la solicitud, está cerca de la Escuela Básica Narciso González, donde se encontraba el pozo séptico que contenía los cadáveres de la pareja, recuperados el 6 de febrero.
Tres días después miembros de la Policía Nacional y el Ministerio Público se dirigieron al Hotel Cayao, establecimiento que también visitaron otros imputados de acuerdo con datos del GPS de la yipeta en cuestión.
En el hotel Ventura Tupete, propietario del hotel, procedió a presentar la habitación 2, que fue inspeccionada utilizando luz blanca, luz forense color azul y reactivos luminol, con las autoridades determinando que existía mancha de sangre humana en el lugar y donde mataron a uno de los occisos.
Asimismo, afirmaron que la habitación fue lavada y pintada “con fines de esconder que en ese lugar había cometido un crimen”.
El 23 de febrero fueron allanadas las habitaciones 1 y 2 del hotel dos rollos usados de cinta adhesiva “de características idénticas” a las que tenían los cadáveres. Ese día Ventura Tupete fue arrestado.
Un día después Ventura Tupete fue interrogado y, en presencia de su abogado, admitió que el 23 de enero se presentaron a su hotel, a la 5:00 p. m., Jáquez Rodríguez junto a otros imputados del caso.
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