Católicos piden acuerdo Educación y ADP

 

La Catedral de Santiago Apostol, en Santiago de los Caballeros, un símbolo de la Iglesia católica en esa ciudad.

SANTIAGO.-  La Arquidiócesis local de la Iglesia católica solicitó al Ministerio de Educación y a la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), dirimir sus diferencias en pos de lograr una educación de calidad para los sectores menos pudientes de la sociedad en el recién iniciado año lectivo 2024-2025.

En su comentario editorial titulado “Piensen en los pobres”, el semanario nacional católico Camino, expresa su profunda preocupación por las diferencias que mantienen en un divorcio a la ADP y al ministerio de Educación, cuya edición circula a partir del próximo domingo 15 en todas las parroquias del país.

“La educación es una labor coral, que pide siempre colaboración y trabajo en red, así lo ha proclamado el Papa Francisco, pero viendo la realidad dominicana nos damos cuenta que en este aspecto vamos por otro camino”, subraya Camino.

Precisa que al iniciarse el presente año escolar creía que las relaciones entre ADP y el Ministerio de Educación serían armoniosas, y tomarían en cuenta que el presente y futuro de tantos estudiantes que provienen de hogares pobres no tendrían nuevos tropiezos.

“Sin embargo, estamos viendo que lamentablemente no será así y el paro de la docencia en algunos lugares nos muestra que tendremos otro año lleno de escollos, en un campo tan esencial como es la educación para el desarrollo de los pueblos”, puntualiza el vocero escrito de la Iglesia Católica.

Sostiene que así no podemos continuar y se pregunta ¿dónde se ha escondido la prudencia y la sensatez que la ADP y el Ministerio de Educación no pueden encontrarla?.

“No se puede seguir jugando cada año con este divorcio entre las instituciones que están llamadas a garantizar un derecho tan básico para cada persona, como es tener una educación de calidad”, señala Camino.

Hace un ferviente llamado a la ADP y al Ministerio de Educación para que no continúen ahondando la brecha entre aquellos que gozan de los avances cada día más sofisticados en la educación, y los pobres que ven languidecer la esperanza de formarse en los centros educativos públicos con la misma calidad.