El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, declaró ayer que la forma y las circunstancias de la muerte del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó no deben permanecer secretas, y manifestó que su despacho está en disposición de abrir una investigación para que sean llevados a juicio los culpables de su presunta ejecución, en caso de que se compruebe legalmente que el jefe de la Expedición de Caracoles fue asesinado.
“Si hay algún impedimento por razones de prescripción de la ley, puede buscarse alguna otra forma para sustentar un juicio, ya que sería muy reconfortante para el pueblo y la justicia que este caso sea dilucidado”, dijo Domínguez Brito.
El teniente coronel Francis Caamaño Acevedo, hijo del coronel Caamaño; los hermanos Milagros y Freddy Caamaño Deñó, su primo y compañero de armas Claudio Caamaño Grullón, quienes anunciaron el pasado domingo que someterán a la justicia a quienes ejecutaron a su pariente, valoraron trascendental la disposición del procurador Domínguez Brito de reabrir un expediente en el caso del coronel Caamaño.
“Es una decisión positiva y necesaria para que podamos llegar a la verdad total sobre la muerte de Caamaño, sobre todo porque el procurador Domínguez Brito es un hombre de ley de gran prestigio moral”, dijo Caamaño Grullón, tras señalar que varias personalidades apoyan económica y moralmente la causa.
Desde el momento en que se supo la noticia de la muerte del coronel Caamaño, ocurrida en las lomas de la sección Nizaíto, de San José de Ocoa, el 16 de febrero de 1973, se entretejieron versiones y rumores diversos sobre este hecho. Los partes militares y los voceros del gobierno de entonces, que presidía Joaquín Balaguer, anunciaron al país que Caamaño había muerto en un combate con tropas regulares del Ejército que lo perseguían junto a un grupo de guerrileros.
Las versiones más socorridas, desde entonces, son que Caamaño fue capturado herido y que seis horas después fue fusilado sin ninguna prerrogativa humana legal, y su cuerpo desaparecido para evitar homenajes populares. Más de quince militares que participaron en la lucha contra insurgencia han corroborado esta versión, según distintos testimonios y publicaciones de prensa. Hace apenas una semana que el general (r) de la Fuerza Aérea, Juan Pou Castro, que entonces tenía el rango de mayor, reveló que se encontraba presente cuando capturaron a Caamaño y que habló con él antes de que lo ejecutaran.
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