Las calles Barahona y la 30 de Marzo, en la capital dominicana son, sin lugar a dudas, dos vías que a juzgar por los productos que en ellas se comercializan califican perfectamente para denominarlas como “circuitos de lo electrónico”.Ambas constituyen una referencia dentro del mapa comercial del Gran Santo Domingo (Distrito Nacional y provincia Santo Domingo) para los compradores que buscan todo tipo de piezas y aparatos, incluyendo usados. Algunos negocios se dedican de forma combinada a la venta y a la reparación. Si un cliente decide que quiere comprar un radio, un micrófono, una bocina de radio, una pieza para un computador, o simplemente una guitarra, en la 30 de Marzo encontrará que entre la esquina de la avenida Independencia y la México (cruzando la citada 30 de Marzo) existen unos 25 establecimientos que ofertan al público todo tipo de piezas y aparatos. Mientras, en el tramo que comprende la avenida México y la 27 de Febrero se cuentan cerca de 10 negocios del ramo. Así que el comprador tendrá en cada puesto o tienda de esas una amplia variedad de equipos para elegir.
Los precios también son diversos, algo así como oferta para chiquitos y grandes de bolsillo. A la calle Barahona la gente suele acudir en procura, por ejemplo, de un inversor o de las piezas para armar uno de esos apartados que son una suerte de panacea cuando el servicio en las áreas de concesiones de las empresas de distribución de electricidad se torna precario. Pero en la calle Barahona se obtienen otros equipos. La calle Barahona abarca desde la Leopoldo Navarro hasta la subestación del Timbeque, en la calle Rafael Atoa. La 30 de Marzo tiene la fama de que “si usted busca por aquí un aparato o pieza electrónica y no la encuentra, es posible que también pase trabajo para conseguirla en otro lugar”.
Lo que usted no consigue aquí en la 30 de Marzo, en cuestiones de electrónica sencillamente no existe”. Esa expresión es un eslogan entre una parte importante de los comerciantes instalados por años en la avenida que cruza los sectores Villa Juana, San Carlos y San Juan Bosco.
Celsy D’ Óleo, administrador de Electrónica Báez, asegura que “casi el 90 por ciento de las electrónicas del país se suplen de esa empresa”. El negocio se especializa también en tema de inversores, con la venta de accesorios para este tipo de aparato y tiene un estilo de venta distinto a otros, según dice su administrador. “Nosotros podemos enviar una pieza a cualquier pueblo del país, por más pequeña que sea esa pieza. El costo del envío corre por cuenta de quién recibirá el envío”, sostiene D’ Óleo.
En buen punto, y lo saben
A los comerciantes situados en la 30 de Marzo y la calle Barahona decirles que están en dos puntos de venta importantes está de más. Ellos lo saben perfectamente. “Yo llevo más de quince años por aquí negociando. De muchas partes del país la gente llega al parque Independencia y estos negocios les quedan cerca. Así que de eso salimos beneficiados nosotros”, expone Luisa Ramírez, mientras conversa en su establecimiento de la 30 de Marzo. Una expresión parecida surge de los labios de Carmen Encarnación, encargada de un negocio del ramo, pero ubicado en la calle Barahona.
La pequeña empresaria conversa con optimismo sobre el negocio que dirige, pero eso no evita que se queje por un tema que llama la atención de amplios sectores de la sociedad: la inseguridad ciudadana.
Los precios también son diversos, algo así como oferta para chiquitos y grandes de bolsillo. A la calle Barahona la gente suele acudir en procura, por ejemplo, de un inversor o de las piezas para armar uno de esos apartados que son una suerte de panacea cuando el servicio en las áreas de concesiones de las empresas de distribución de electricidad se torna precario. Pero en la calle Barahona se obtienen otros equipos. La calle Barahona abarca desde la Leopoldo Navarro hasta la subestación del Timbeque, en la calle Rafael Atoa. La 30 de Marzo tiene la fama de que “si usted busca por aquí un aparato o pieza electrónica y no la encuentra, es posible que también pase trabajo para conseguirla en otro lugar”.
Lo que usted no consigue aquí en la 30 de Marzo, en cuestiones de electrónica sencillamente no existe”. Esa expresión es un eslogan entre una parte importante de los comerciantes instalados por años en la avenida que cruza los sectores Villa Juana, San Carlos y San Juan Bosco.
Celsy D’ Óleo, administrador de Electrónica Báez, asegura que “casi el 90 por ciento de las electrónicas del país se suplen de esa empresa”. El negocio se especializa también en tema de inversores, con la venta de accesorios para este tipo de aparato y tiene un estilo de venta distinto a otros, según dice su administrador. “Nosotros podemos enviar una pieza a cualquier pueblo del país, por más pequeña que sea esa pieza. El costo del envío corre por cuenta de quién recibirá el envío”, sostiene D’ Óleo.
En buen punto, y lo saben
A los comerciantes situados en la 30 de Marzo y la calle Barahona decirles que están en dos puntos de venta importantes está de más. Ellos lo saben perfectamente. “Yo llevo más de quince años por aquí negociando. De muchas partes del país la gente llega al parque Independencia y estos negocios les quedan cerca. Así que de eso salimos beneficiados nosotros”, expone Luisa Ramírez, mientras conversa en su establecimiento de la 30 de Marzo. Una expresión parecida surge de los labios de Carmen Encarnación, encargada de un negocio del ramo, pero ubicado en la calle Barahona.
La pequeña empresaria conversa con optimismo sobre el negocio que dirige, pero eso no evita que se queje por un tema que llama la atención de amplios sectores de la sociedad: la inseguridad ciudadana.
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