Santiago. La juez Denisse Hernández de la Nuez no descarta que el caso de su hijo, quien perdió una pierna al ser atropellado por una patrulla, fuera en represalia por dejar al descubierto la implicación de varios agentes en el caso La Mulata III, en Puerto Plata.En ese caso ella actúo como juez permanente y descubrió que los alemanes, a los que había mandado a prisión, en vez de acusados fueron víctimas de los agentes que actuaron en el allanamiento, donde supuestamente se llevaron bienes por un monto de 60 millones de pesos. La magistrada, quien reside en Santiago y labora como juez de tránsito en Puerto Plata, dijo que ha recibido el respaldo del presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán, mediante una misiva en la que pide que se aclare el caso. Además, ante el temor de represalia en su contra, dispondrá de una escolta.
Hernández de la Nuez criticó la posición del director regional del Cibao de la Policía, general Orison Olivence Minaya, quien calificó de dura la sanción contra uno de los agentes implicados.
El general dijo que apelarán la medida de coerción de tres mes de prisión preventiva contra el sargento Juno Zapata, quien conducía el vehículo que atropelló al hijo de la magistrada.
Critica indiferencia
“Ese general es un irresponsable, habló de que había investigado el caso y esta es la hora que ni siquiera a mí me ha preguntado. Si no es por el Procurador General de la República, el agente tuviera en libertad”, dijo la magistrada.
Consideró que deben profundizar las investigaciones, pues aunque en principio pensó que se trataba de un accidente, ahora comienza a tener sospecha de que fue una venganza.
En tanto que su hijo, Alan Fermín Sheperd Hernández, a pesar de que sabe que no volverá a jugar béisbol, luego que le mutilaran su pierna derecha, mantiene alta su autoestima.
En la habitación 214 de la Clínica Corominas, el adolescente de 17 años, ha sido visitado por varias personalidades, incluido la gobernadora provincial Aura Toribio. En la tarde de ayer le fue practicada la tercera cirugía, debido a que la pierna se infectó con una bacteria.
“Siempre habrá personas que me verán diferente por no tener las dos piernas, estoy preparándome para eso, porque sé que aunque no pueda practicar béisbol, sí podré enfocarme en otras cosas como una carrera universitaria”, apunta Sheperd Hernández.
El hecho ocurrió la pasada semana, el mismo día que Alan Fermín cumplía 17 años, cuando la patrulla cruzó un semáforo en rojo.
Hernández de la Nuez criticó la posición del director regional del Cibao de la Policía, general Orison Olivence Minaya, quien calificó de dura la sanción contra uno de los agentes implicados.
El general dijo que apelarán la medida de coerción de tres mes de prisión preventiva contra el sargento Juno Zapata, quien conducía el vehículo que atropelló al hijo de la magistrada.
Critica indiferencia
“Ese general es un irresponsable, habló de que había investigado el caso y esta es la hora que ni siquiera a mí me ha preguntado. Si no es por el Procurador General de la República, el agente tuviera en libertad”, dijo la magistrada.
Consideró que deben profundizar las investigaciones, pues aunque en principio pensó que se trataba de un accidente, ahora comienza a tener sospecha de que fue una venganza.
En tanto que su hijo, Alan Fermín Sheperd Hernández, a pesar de que sabe que no volverá a jugar béisbol, luego que le mutilaran su pierna derecha, mantiene alta su autoestima.
En la habitación 214 de la Clínica Corominas, el adolescente de 17 años, ha sido visitado por varias personalidades, incluido la gobernadora provincial Aura Toribio. En la tarde de ayer le fue practicada la tercera cirugía, debido a que la pierna se infectó con una bacteria.
“Siempre habrá personas que me verán diferente por no tener las dos piernas, estoy preparándome para eso, porque sé que aunque no pueda practicar béisbol, sí podré enfocarme en otras cosas como una carrera universitaria”, apunta Sheperd Hernández.
El hecho ocurrió la pasada semana, el mismo día que Alan Fermín cumplía 17 años, cuando la patrulla cruzó un semáforo en rojo.
Por el hecho fueron condenados 15 policías
El caso de La Mulata III fue destapado en octubre del 2012, y lo que en principio se trató como un allanamiento contra integrantes de una supuesta secta de alemanes, en Sosúa, Puerto Plata, terminó con la acusación contra 15 agentes que presuntamente sustrajeron bienes por 60 millones de pesos. La mayoría de agentes implicados fueron expulsados o puestos en retiro.
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