Las precariedades que enfrenta el hospital de la Mujer Dominicana, debido a la falta de equipos básicos, insumos y de personal de limpieza, obligó a sus autoridades a cerrar temporalmente sus servicios de cirugía, parto e internamiento, para evitar poner en riesgo la vida de las pacientes y sus recién nacidos.
La decisión fue tomada desde inicio de esta semana y ayer el hospital, conocido popularmente como la maternidad del Seguro Social, lucía desolado, dando solo algunas consultas y atendiendo las emergencias, pero cuando una paciente llega en trabajo de parto o condición que amerite internamiento de emergencia se traslada en una ambulancia a otro centro de salud. El centro, donde al mes se registran entre 250 y 300 nacimientos, tiene varios meses sin recibir la subvención económica que garantiza su sustento; el personal de limpieza, perteneciente a una compañía privada contratada por el nivel central del IDSS, está en huelga desde hace más de una semana porque tienen tres meses sin recibir el pago de su sueldo y el ascensor para movilizar las pacientes está dañado.
En el quirófano está dañada la lámpara de cirugía, el electrocauterio, el monitor, la máquina de anestesia y el aire acondicionado; la caldera para esterilizar la ropa quirúrgica está dañada; los teléfonos están suspendidos y la falta de limpieza aumenta el riesgo de infecciones nosocomiales.
Ayer, su directora, doctora Eneyda Almonte, continuaba haciendo esfuerzos en la dirección general del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) en busca de una rápida solución que le permita retomar los servicios, que espera sea pronto, porque ya las autoridades han estado enviando técnicos a evaluar la situación.
“Nosotros como maternidad estamos llamados a garantizar la vida de la madre y el niño que recibimos, entonces como no podemos actualmente garantizar eso, nos vimos en la necesidad de suspender los ingresos.
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