En medio del escándalo de corrupción y asesinato en que ha estado involucrada la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) en los últimos días, los usuarios del medio de transporte más barato del país han sido afectados por las irregularidades que está sufriendo la institución.
Hace 20 años cuando iniciaron las operaciones de la OMSA, cada tres minutos pasaba un autobús por las paradas ubicadas en los diferentes puntos de la ciudad. Pero ahora la realidad es otra. Según los pasajeros de este transporte público, una guagua tarda de 30 a 40 minutos en llegar adónde están los usuarios.
Este lunes, reporteros de LISTÍN DIARIO realizaron un recorrido dentro de una OMSA durante 25 paradas ubicadas en la ruta prolongación 27 de Febrero, para comprobar el servicio del autobús, en el cual se pudo percibir que las unidades estaban sucias y que los choferes conducen a una velocidad no apta para transportar personas a través de la vía pública. Al entrar al autobús, una mujer cobraba 15 pesos en la entrada, porque el vehículo tiene aire acondicionado central.Dentro no había asientos disponibles, así que varias personas se ubicaron donde más les convenía en el pasillo y algunos antes de alzar su brazo para alcanzar el tubo para sostenerse casi caen, porque el chofer aceleró el vehículo de repente.
Pasajeros
“El servicio de la OMSA está un poquito lento, comparado a como era hace algunos años cuando era más fluido, pero a pesar de todo el servicio es muy bueno y eficiente. A nosotros que vivimos en la Zona Oriental y Las Américas nos ha favorecido mucho”, relató Katiusca Sierra, quien era de las pocas que estaba sentada y que según contó toma el autobús cada mañana.
“El servicio de la OMSA está un poquito lento, comparado a como era hace algunos años cuando era más fluido, pero a pesar de todo el servicio es muy bueno y eficiente. A nosotros que vivimos en la Zona Oriental y Las Américas nos ha favorecido mucho”, relató Katiusca Sierra, quien era de las pocas que estaba sentada y que según contó toma el autobús cada mañana.
Dentro del característico vehículo verde había personas de todas las edades.
Los jóvenes, en su mayoría, utilizaban sus celulares, mientras que los de edad avanzada se recostaban de las ventanas en espera de llegar a su destino.
Entre los pasajeros, dos jóvenes con uniformes de equipos de béisbol destacaban por sus ocurrencias, y aunque prefirieron no identificarse, afirmaron que el servicio del autobús es regular, y que lo único que no les gusta es que los choferes “frenan de golpe”.
Choferes, un peligro
Juan Alcántara, otro usuario de la OMSA, se quejó de que los autobuses no pasan con tanta frecuencia como hace unos meses.
Juan Alcántara, otro usuario de la OMSA, se quejó de que los autobuses no pasan con tanta frecuencia como hace unos meses.
“En ocasiones hay choferes que manejan muy lento, entonces se amontonan varias OMSA y eso entorpece el tránsito”.
Los pasajeros consultados manifestaron que el apresamiento del exdirector de la OMSA, Manuel Rivas, por estar vinculado al asesinato del catedrático universitario y abogado, Yuniol Ramírez, no ha afectado en realidad la cantidad de personas que utilizan el servicio. “El pasajero de la OMSA, es fiel a la OMSA”, afirmó Alcántara.
Buscando el “sueño dominicano”
La OMSA no solo sirve para transportar personas, también para comercializar productos. Así lo hace Jean Carlos López, un venezolano que estudió en su país Ingeniería Agrónoma pero en República Dominicana se dedica a vender chocolates a 10 pesos la unidad y tres por 25 en los autobuses de las principales avenidas de Santo Domingo.
Contó a reporteros de LISTÍN DIARIO que hace 10 meses dejó a sus tres hijos, entre ellos uno de algunos meses de nacido, y a su esposa en Venezuela.
“Duré doce años trabajando en una empresa de hacer productos textiles, y es duro cuando tú vives en Venezuela, y el dinero no te alcanza para nada. Además no es fácil separarte de tu país y de tus familiares. Eso es demasiado fuerte”, dijo el joven.
Por la muerte de Yuniol Ramírez está cumpliendo prisión preventiva de un año en el modelo penitenciario Najayo-Hombres, el exdirector de la OMSA, Manuel Rivas; mientras que José Mercado Blanco (El Grande), quien era “Fiscalizador de la Gerencia Supervisión General”, le impusieron el mismo período a cumplir en la Penitenciaría Nacional de La Victoria.
Mientras que Faustino Rosario Díaz, fue enviado a Operaciones Especiales, en Manoguayabo (cárcel de la Policía), a cumplir el mismo tiempo.
Otro de los acusados es el “Asesor de la Dirección General” de la OMSA, Argenis Contreras González, quien está prófugo. FUENTE LISTIN DIARIO
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