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Manifestantes se enfrentan con miembros de la Policía Nacional Bolivariana, junto a un camión que transportaba ayuda humanitaria y fue quemado, este sábado, en el puente Francisco de Paula Santander, en la frontera entre Cúcuta (Colombia) y Venezuela. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda
EFE | Jorge Gil Ángel y Héctor Neira
Cúcuta (Colombia)
El primer intento de la comunidad internacional de llevar a Venezuela ayuda humanitaria desde Colombia terminó este sábado en violentos enfrentamientos con la fuerza pública venezolana en los pasos fronterizos que dejaron al menos 285 heridos.
Los choques comenzaron temprano en el puente internacional Simón Bolívar, que comunica la ciudad colombiana de Cúcuta con la venezolana de San Antonio del Táchira, y se propagaron por el Francisco de Paula Santander, que conecta con Ureña, también convertido en campo de batalla.
En el puente de Tienditas, donde se almacenan toneladas de ayuda enviada por Estados Unidos, Chile y otros países, la gente se aglomeró desde horas tempranas pero el bloqueo por parte del Gobierno de Nicolás Maduro continuó y los camiones que transportaban los alimentos y medicinas no intentaron atravesarlo.
La multitud que trató de abrir paso a la ayuda humanitaria se encontró con la oposición de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía venezolana, lo que degeneró en enfrentamientos en los que las fuerzas del régimen de Maduro dispararon gases lacrimógenos, y la gente apostada en el Simón Bolívar respondió con piedras.
En el puente Francisco de Paula Santander fueron quemados dos camiones en el lado venezolano de la frontera, lo que obligó al Gobierno colombiano a ordenar el regreso de los vehículos a la bodega situada en el lado colombiano de Tienditas.
"Desafortunadamente ha habido violencia por parte de la dictadura y no podemos propiciar que esa violencia continúe", afirmó el presidente de Colombia, Iván Duque, en una declaración en Cúcuta, donde estuvo junto con sus homólogos de Chile, Sebastián Piñera, y Paraguay, Mario Abdo Benítez, y el mandatario interino de Venezuela, Juan Guaidó, al igual que el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
A lo largo del día, y mientras se intensificaban los brotes de violencia, más de 60 militares, policías y guardias venezolanos desertaron en distintos puntos de la porosa frontera de 2.219 kilómetros de Colombia con Venezuela.
"En el día de hoy han llegado desarmados a territorio colombiano más de 60 militares, varios de ellos oficiales, quienes han solicitado refugio en Colombia, demostrando la pérdida de confianza con el usurpador régimen de Maduro", dijo el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, en una rueda de prensa en Cúcuta.
En uno de los incidentes de más tensión de la jornada, tres guardias venezolanos se acercaron esta mañana a la frontera de Colombia en una tanqueta y cuando estaban cerca de la línea divisoria descendieron del vehículo y se entregaron a las autoridades colombianas.
De igual forma, el canciller colombiano detalló que de los 285 heridos, 255 son ciudadanos venezolanos y los 30 restantes son colombianos, a la vez que agregó que la mayoría de ellos resultaron afectados por gases lacrimógenos y por el "uso de armas no convencionales".
Ante esos hechos de violencia, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, afirmó en Cúcuta que el régimen de Maduro "hizo lo cobarde, lo indecente" al atacar a quienes acompañaban la ayuda compuesta por alimentos, medicinas, suplementos nutricionales y kits de higiene personal.
Almagro agregó: "se utilizaron como medios opresivos paramilitares, se disparó a personas desarmadas, se usó violencia para detener medicamentos y comida, eso es el régimen del usurpador, la solución violenta, la solución de las armas".
Por su parte, Guaidó agradeció el apoyo de la comunidad internacional, a la vez que rechazó la quema de los dos camiones que calificó de "crimen de lesa humanidad".
"Seguimos recibiendo el respaldo de la comunidad internacional, que ha podido ver, con sus propios ojos, cómo el régimen usurpador viola el Protocolo de Ginebra, donde se dice claramente que destruir la ayuda humanitaria es un crimen de lesa humanidad", dijo Guaidó en su cuenta de Twitter.
Entre tanto, Piñera destacó que la ayuda humanitaria "logró entrar parcialmente", por lo que afirmó que la lucha continúa y aseguró que "vienen tiempos mejores para el pueblo venezolano".
"Vamos a hacer todo lo que está en nuestras manos, dentro de los límites pacíficos y de la Constitución de Venezuela", sentenció el mandatario chileno.
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