El papa Francisco clausuró el domingo una cumbre extraordinaria sobre la prevención de abusos sexuales del clero comprometiéndose a enfrentar a los agresores con “la ira de Dios”, a poner fin al encubrimiento de sus superiores y a priorizar a las víctimas de este “descarado, agresivo y destructivo mal”.
Por su parte, el reverendo Federico Lombardi, el moderador de la cumbre, anunció durante la clausura que en un futuro próximo el Estado de Ciudad del Vaticano emitirá una ley y directrices para prevenir el abuso sexual infantil que cubrirá a la curia romana, o burocracia, y entrará en vigor en el Vaticano.
La falta de política era significativa, ya que la Santa Sede en 2011 había dado la tarea a las conferencias de obispos alrededor del mundo de crear directrices de protección infantil. También le dijo a Naciones Unidas en 2014 que se trabajaba en la redacción de una ley de protección infantil.
El papa Francisco realizó sus declaraciones al final de una misa ante 190 obispos y líderes religiosos que fueron citados en Roma luego de que la aparición de nuevos escándalos de abusos provocó una crisis de credibilidad en la jerarquía católica y en el propio liderazgo del pontífice.
Visión global
El papa jesuita destacó que la gran mayoría de los abusos sexuales ocurren en el seno de la familia y ofreció una visión global del problema social que suponen el turismo sexual y la pornografía en internet, en un intento por contextualizar lo que, según dijo, fue un tema tabú en su día.
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FRANCISCO REUNIÓ A OBISPOS POR 4 DÍAS
FRANCISCO REUNIÓ A OBISPOS POR 4 DÍAS
“Tenemos que reconocer con humildad y coraje que estamos cara a cara con el misterio del mal, que golpea con más violencia a los más vulnerables porque son una imagen de Jesús”, apuntó Francisco. El pontífice reunió obispos de todo el mundo en una cumbre de cuatro días para recordarles que los abusos sexuales de sacerdotes y su encubrimiento es una cuestión global que amenaza la misión de la Iglesia católica.DE AP
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