El astronauta José Hernández cree que ya es tiempo de retomar las misiones a la Luna, en donde el hombre no pone el pie hace más de 45 años, e incluso afirma que "antes que ir al planeta Marte hay que establecer una base en la luna".
En una entrevista con Efe, el astronauta de raíces mexicanas señaló que la NASA ha pasado las últimas décadas explorando el espacio pero cerca de la Tierra, "en una región calificada como orbita cercana", y no se han retomado las misiones tripuladas al satélite terrestre.
"Ya hemos explorado eso los suficiente y se lo podemos dejar al sector privado. Y la NASA ya se puede enfocar mejor en las cosas difíciles, que son ir al planeta Marte", no sin antes fijar una base lunar, dijo Hernández, que este sábado dio una charla en una escuela secundaria de Cicero, en Illinois.
Este 2019 se cumplen 50 años desde que el hombre piso la Luna por primera vez, en aquella histórica misión del Apolo 11 y que estuvo integrada por Neil Armstrong, el primer ser humano que caminó sobre superficie lunar, Edwin 'Buzz' Aldrin Jr., el segundo en descender en aquel suelo, y Michael Collins.
Hijo de padres del estado mexicano de Michoacán y jubilado en 2011, Hernández participó en 2009 en una misión a la Estación Espacial Internacional (EEI), pero reconoció a Efe que le hubiera gustado viajar a la luna.
"Ese era mi sueño, pero desgraciadamente en la época de mi carrera ya no estábamos viajando a la Luna", dijo Hernández, quien no obstante fue para él "importante" la visita a la estación espacial y espera que las generaciones venideras "puedan ir a la Luna, regresar a la Tierra y algún día viajar al planeta Marte".
Hernández, que ha publicado el libro "Alcanzando Las Estrellas" ("Reaching for the Stars") y vive en California, viaja ahora por ciudades de EEUU para inspirar a los jóvenes hispanos a soñar con llegar a las estrellas, como dice.
"Yo me inspiré en el astronauta Franklin Chang Díaz, quien fue el primer hispanoamericano seleccionado por la NASA como astronauta, el viene de descendencia costarricense. Yo simplemente lo vi en la televisión y en periódicos y me inspiró mucho", recordó.
Hernández da charlas a público hispano en las que pone de relieve las oportunidades en ciencia y tecnología para esta comunidad, y le gusta también charlar en persona con padres e hijos al respecto.
"Pueden ver que soy una persona normal, como ellos y de antecedentes iguales, porque yo vengo de padres inmigrantes de origines humildes y sin embargo pude lograr mi sueño y alcanzar las estrellas", señaló.
Observa en las alianzas entre el Gobierno de EEUU con empresas privadas como SpaceX, cuya cápsula no tripulada Crew Dragon retornó este mes de un viaje de prueba a la EEI, donde vislumbra nuevas oportunidades de cara a misiones espaciales tripulados.
"Yo lo veo muy bien", dijo a EFE Hernández, "En cualquier ocasión que el dinero privado se pueda utilizar para la exploración espacial es dinero que el país no tiene que gastar", agregó.
Desde 2011, año en que la NASA finalizó el lanzamiento de sus transbordadores, EE.UU. ha tenido que recurrir a la Soyuz rusa para enviar astronautas a la EEI, acuerdo por el que pagaba a Moscú unos 80 millones dólares por asiento y, de paso, una situación engorrosa para una potencia muy orgullosa de su historia espacial y de haber pisado la Luna.
Con la mirada al futuro, el astronauta se imagina un futuro en el que firmas privadas puedan proveer "vuelos suborbitales", en los que en cuarenta minutos puedas viajar alrededor del planeta y aterrizar en otro lugar del despegue.
"Para que un país como Estados Unidos siga siendo competitivo en la economía global debe involucrar a todos los segmentos de la sociedad en la ciencia y la tecnología, porque eso va a impulsar la economía del futuro", aseveró. DE EFE
"Ya hemos explorado eso los suficiente y se lo podemos dejar al sector privado. Y la NASA ya se puede enfocar mejor en las cosas difíciles, que son ir al planeta Marte", no sin antes fijar una base lunar, dijo Hernández, que este sábado dio una charla en una escuela secundaria de Cicero, en Illinois.
Este 2019 se cumplen 50 años desde que el hombre piso la Luna por primera vez, en aquella histórica misión del Apolo 11 y que estuvo integrada por Neil Armstrong, el primer ser humano que caminó sobre superficie lunar, Edwin 'Buzz' Aldrin Jr., el segundo en descender en aquel suelo, y Michael Collins.
Hijo de padres del estado mexicano de Michoacán y jubilado en 2011, Hernández participó en 2009 en una misión a la Estación Espacial Internacional (EEI), pero reconoció a Efe que le hubiera gustado viajar a la luna.
"Ese era mi sueño, pero desgraciadamente en la época de mi carrera ya no estábamos viajando a la Luna", dijo Hernández, quien no obstante fue para él "importante" la visita a la estación espacial y espera que las generaciones venideras "puedan ir a la Luna, regresar a la Tierra y algún día viajar al planeta Marte".
Hernández, que ha publicado el libro "Alcanzando Las Estrellas" ("Reaching for the Stars") y vive en California, viaja ahora por ciudades de EEUU para inspirar a los jóvenes hispanos a soñar con llegar a las estrellas, como dice.
"Yo me inspiré en el astronauta Franklin Chang Díaz, quien fue el primer hispanoamericano seleccionado por la NASA como astronauta, el viene de descendencia costarricense. Yo simplemente lo vi en la televisión y en periódicos y me inspiró mucho", recordó.
Hernández da charlas a público hispano en las que pone de relieve las oportunidades en ciencia y tecnología para esta comunidad, y le gusta también charlar en persona con padres e hijos al respecto.
"Pueden ver que soy una persona normal, como ellos y de antecedentes iguales, porque yo vengo de padres inmigrantes de origines humildes y sin embargo pude lograr mi sueño y alcanzar las estrellas", señaló.
Observa en las alianzas entre el Gobierno de EEUU con empresas privadas como SpaceX, cuya cápsula no tripulada Crew Dragon retornó este mes de un viaje de prueba a la EEI, donde vislumbra nuevas oportunidades de cara a misiones espaciales tripulados.
"Yo lo veo muy bien", dijo a EFE Hernández, "En cualquier ocasión que el dinero privado se pueda utilizar para la exploración espacial es dinero que el país no tiene que gastar", agregó.
Desde 2011, año en que la NASA finalizó el lanzamiento de sus transbordadores, EE.UU. ha tenido que recurrir a la Soyuz rusa para enviar astronautas a la EEI, acuerdo por el que pagaba a Moscú unos 80 millones dólares por asiento y, de paso, una situación engorrosa para una potencia muy orgullosa de su historia espacial y de haber pisado la Luna.
Con la mirada al futuro, el astronauta se imagina un futuro en el que firmas privadas puedan proveer "vuelos suborbitales", en los que en cuarenta minutos puedas viajar alrededor del planeta y aterrizar en otro lugar del despegue.
"Para que un país como Estados Unidos siga siendo competitivo en la economía global debe involucrar a todos los segmentos de la sociedad en la ciencia y la tecnología, porque eso va a impulsar la economía del futuro", aseveró. DE EFE
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