Por medio de dos cartas de objeción dispuesta por ‘remitentes anónimos’, el procurador preguntó a la magistrada Miriam Germán las razones por las cuales entabló múltiples “reuniones ocultas” entre ella y el abogado Víctor Díaz Rúa, exministro de Obras Pública, y para quien pidió libertad en la revisión de medida de coerción a los imputados por el caso Odebrecht en el año 2017.
“Aquí le remito fotos y videos de esas reuniones para que usted se las muestre a ella y al país. Estas son solo unas muestras de varias reuniones ocultas que tengo otras documentadas. Pregúntele, por favor, si esa amistad es tan inocente por qué se deben reunir a escondidas y con qué finalidad”, leyó Rodríguez en la carta anónima.
La magistrada explicó que dichas reuniones siempre se realizaron con motivo de amistad.
“En cuanto a la amistad con Víctor, la mantengo, me ha tratado con un respeto extraordinario, y él me visita y hemos coincidido en distintos sitios”, expresó Germán.
“Yo dije que no iba a conocer (el caso Odebrecht) ni como juez de instrucción especial ni como juez del pleno, y así ha sido. Si el procurador con su ‘servicio de inteligencia’ tenía todas sus informaciones cuando yo subí a las medidas de coerciones debió usarlas”, agregó, para luego insistir en que el Ministerio Público debió recusarla si entendía que no podía conocer las audiencias.
En una segunda comunicación de objeción a la magistrada, también de origen anónimo, Alain Rodríguez cuestionó por qué Germán posee varios “lujosos” bienes e inmuebles que no figuran en su declaración jurada de bienes de 2016, y que están en su lugar a nombre de su hijo.
La magistrada se defendió argumentando que esas propiedades fueron adquiridas con parte de una herencia del padre del hijo en cuestión.
“No es que yo use a mi hijo de testaferro, en esa casa hay parte de mi dinero y del suyo”, aseguró.
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