El director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, Hans Kluge, ha expresado este jueves su confianza en que el retraso de la entrega de vacunas de COVID-19 en el 'viejo continente' por parte de Pfizer-BioNTech y AstraZeneca "se va a compensar con una producción adicional en un futuro próximo".
En rueda de prensa este jueves, Kluge ha pedido a los gobiernos europeos y a los fabricantes que "trabajen juntos" para resolver los "problemas iniciales" de la distribución. "No dudamos de que los fabricantes y los productores están trabajando 24 horas al día, siete días a la semana, para salvar el contratiempo. Yo seguiría confiando en que el retraso que se ve ahora se va a compensar con una producción adicional en un futuro próximo", ha señalado, defendiendo a la industria farmacéutica en su conflicto con la Comisión Europea.
En este contexto, Kluge ha reclamado paciencia a la población y a las administraciones europeas: "Debemos ser pacientes. Llevará tiempo vacunarse contra el COVID-19". Hasta el momento, un total de 35 países de la región europea han iniciado la vacunación administrando 25 millones de dosis, según datos de la OMS.
"Estas vacunas han demostrado la eficacia y seguridad que todos esperábamos y debemos detenernos a reconocer hasta dónde nos ha llevado la ciencia y la determinación desde que se identificó el virus hace un año. Esta monumental empresa liberará de presión a nuestros sistemas sanitarios y, sin duda, salvará vidas", ha celebrado al respecto.
Por otra parte, sobre la inequidad en el acceso a la vacuna que se está viendo en muchos lugares del mundo, el dirigente del organismo sanitario internacional ha reconocido que "el desarrollo, la producción y la distribución equitativa de vacunas no se está cumpliendo con la rapidez que todos desearían".
Sin embargo, ha matizado sus palabras: "Definitivamente, la OMS defiende el principio de la solidaridad y de no dejar a nadie atrás desde un punto de vista moral, pero también desde el punto de vista de que nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo. Dicho esto, la solidaridad no significa necesariamente que cada país del mundo comience exactamente en el mismo momento".
Kluge confía en que sea "una cuestión de tiempo" que se cierre esta brecha en el acceso a la vacuna. "Existe una buena voluntad general y la comprensión de que nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo, pero la realidad es que por el momento hay un déficit de vacunas. También estamos trabajando muy duro para que el mecanismo COVAX esté operativo, porque sería una gran ayuda", ha remachado.
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