A poco más de 24 horas del presidente Luis Abinader haber ordenado hacer frente a la delincuencia con fuerzas militares y de policía, los delincuentes no muestran estar intimidados y, en contrario, parecen estar retando a la autoridad al continuar su ola de asesinatos y asaltos.
La tarde de ayer fueron ultimados Fernando Santos Martínez y Víctor Sánchez Solano, ambos en el interior de una yipeta marca CRV, en la carretera de San Isidro.
Hay un herido, identificado como César Rodríguez.
En otro hecho, al mediodía de ayer, el empresario italiano Lucas Garafolo fue ultimado dentro de su vehículo mientras viajaba por la autopista Las Américas, a pocos metros de la estafeta del peaje.
También, se ha informado, sin confirmación, que tres agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) fueron baleados ayer por hombres encapuchados, en la carretera Mella, de Santo Domingo Este.
En Santiago fue asesinado el ferretero José Enrique Morel. En la avenida Independencia, de la capital, fue asesinado un joyero,
Reacción a operativos
Al día siguiente de iniciado el operativo de la Policía Nacional y las fuerzas militares para combatir la delincuencia y llevar tranquilidad a los ciudadanos, comunitarios de los barrios Gualey, La Ciénaga, Los Guandules y Guachupita se han quejado por no haber sentido el patrullaje en esos sectores.
Aseguran que estas fuerzas combinadas sólo se han movido “en las calles de arriba”, donde está tranquilo, bajo control, pero no penetran a los callejones donde se ocultan los malhechores.
En un recorrido de reporteros de LISTÍN DIARIO en estas zonas de la capital, algunos llegaron a afirmar, incluso, que no han sentido el patrullaje, al no haber avistado a miembros de la Policía y efectivos militares en camionetas o motocicletas a través de los pasadizos y las calles sin salida.
Sin embargo, otros que sí afirman haber visto la vigilancia y aseguran que están más tranquilos, aunque advierten de que “hay que darle tiempo” y ver “si no se trata de un bulto (aparataje)”.
Pamela, residente en el sector Gualey, dijo que no han pasado por ahí. “Y para allá abajo están acabando esos delincuentes”, expresó a la vez que señalaba la dirección.
Similar fue lo que comentó el carpintero Rafael, de la Ciénaga, quien dijo que vio miembros de la institución del orden en los actos fúnebres de “Bombo”, quien era el cabecilla la presunta banda delincuencial “Los Menores”.
“El patrullaje que debería haber por aquí no se ha visto y va a venir gente de aquel lado a atracar porque no hay seguridad y no hay un orden”, enunció.
La señora Ergia Melly, habitante en Guachupita desde hace más de 60 años, aseveró que después que sucedió el caso de Los Menores no ha visto policías y mucho menos la operación desplegada la tarde del jueves.
“Yo me dije: Será para la parte alta o donde están en los riquitos, porque aquí este barrio está huérfano. No se ha sentido nada, pero quedan bandas, no era esa sola… Por eso me quiero ir de aquí, porque uno vive con mucho miedo”, contó Melly.
Luiggy Martínez, quien también reside en Guachupita, dijo que los ladrones patrullan más que la Policía y que los miembros de la entidad se les esconden.
“En estos días salieron tres armados, y los policías estaban ahí y tuvieron que esconderse y se escabulleron. Esos patrullajes son bultos que ellos hacen. Tienen que andar a pie y meterse a los callejones para que se topen con los delincuentes. En un camión, ¿a quién tú vas a agarrar? a una gente que tú encuentras sentado aquí… ¿y cómo andan los delincuentes? es por los callejones con pistola en manos y de todo. Desde que ellos ven un camión se esconden. Tu que eres serio sigues caminando normal, ¿y que yo hago? te agarro preso para llenar requisito con los jefes. Ellos lo que tienen que hacer es mandar a los policías a pies como andan los negros, que bajaban y dejaban la guagua en un sitio y se iban con 20 y 30 delincuentes”, manifestó Luiggy.
Por otro lado, están aquellos que avistaron a policías y militares la madrugada de ayer recorriendo estos mismos sectores, por lo que dicen sentirse protegidos.
Gerardo Pérez, residente en Gualey, dijo que se sintió seguro y confía en que las autoridades continuarán con el patrullaje en la zona.
“Nos sentimos seguros, porque por la falta de ellos era que hacían el desorden. Ahora van a tener que buscar en qué sitio no están ellos, para cometer sus fechorías, porque como ellos no estaban podían ejercer sus actos en cualquier lado. Ha habido un poco más de tranquilidad por lo que pasó y esperamos que mejore”, expresó Pérez. Además, agregó que sería conveniente la instalación de cuarteles en esos barrios, porque los pocos que hay están muy lejos. Fermín Galván, de La Ciénaga, dijo que allí amanecieron mejor y que ahora pueden sentarse afuera a tomar aire.
VIOLENCIA
El motivo.
El operativo fue puesto en vigor como respuesta a una ola delictiva desatada en el país que, además de la capital, se ha extendido a diferentes localidades del pais. La muerte de cuatro miembros de la banda criminal “Los Menores” o “Chuky Malos”, a manos de la Policía, desató la situación.
De acuerdos con informes oficiales, la muerte de Miguel Ángel Calderón “Bombo”, cabecilla de la banda; Kelvin Santos de la Cruz, Yeral David Peralta y otra persona aún desconocida, ocurrió durante un intercambio de disparos con agentes del orden.
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