Gregory Méndez Torres y Carlos Yepez son los nombres de los dos mineros cuyos cuerpos más no sus energías de vivir quedaron sepultados la madrugada de este pasado domingo tras un derrumbe en la mina Cerros de Maimón, mientras realizaban trabajos para la Corporación Minera Dominicana (Cormidom).
De acuerdo con testimonios de los familiares, los obreros, un dominicano y un colombiano, aún no han podido ser alimentados y, precisamente, trabajan en establecer una especie de conducto a través del cual puedan suministrar los insumos.
Según la madre del dominicano Gregory, a través del sistema de tuberías su hijo dijo que tenía “mucha hambre” y que quiere salir.
Mientras, las actividades mineras se han detenido, los esfuerzos por extraer a Gregory y Carlos de la riesgosa situación en que se encuentran siguen activos y a través de las redes sociales se han difundidos algunos audiovisuales en los que se escuchan las voces de los atrapados, quienes incitan a los rescatistas a agilizar los trabajos.
A raíz del hecho, en los alrededores del acceso a la mina se han establecido miembros de la Defensa Civil, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como trabajadores de Cormidom, la prensa y familiares.
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