La Segunda Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional ordenó la libertad pura y simple a favor del cubano que dio una bofetada a un agente de la Digesett que lo multó por hablar con el celular mientras conducía.
Para argumentar su decisión, los jueces afirmaron que Julio César Llorente López fue apresado de manera ilegal por los miembros de la Digesett que alegaron lo hicieron de manera flagrante. Sin embargo, el apresamiento se produjo un día después del incidente durante una persecución y sin la orden de un juez.
Según el tribunal, las argumentaciones de la institución de tránsito, en la audiencia de hoy, fue contradictoria, al alegar que informó al Ministerio Público antes de ejecutar la detención de Llorente López, lo que da a entender que la aprehensión no fue en el acto.
Recordó que la ley faculta incluso a un ciudadano a detener a otro en flagrancia y que cuando no es en esa condición se necesita la orden de un juez.
Aclaró al acusado que el proceso en su contra no se detiene en los tribunales y que solo fue revocada la prisión por ser esta ilegal.
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