Dos de los integrantes solicitados en extradición por Estados Unidos por estafar más de 100 ancianos con más de 300 millones de dólares, decidieron hoy irse de forma voluntaria.
Los imputados que se acogieron al proceso simplificados fueron Rafael Ambiorix Rodríguez Guzmán y Félix Samuel Reynoso Ventura, para responder su acusación en Estados Unidos.
Sobre estos extraditables la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte Justicia (SCJ) ordenó el archivo del caso por falta de objeto.
En tanto que la defensa de Juan Rafael Parra Arias, representada por el abogado Freddy Castillo, solicitó a la SCJ sobreseer la solicitud hasta tanto se le conozca un caso que se le sigue en Santiago de los Caballeros, solicitud a la que se opuso el Ministerio Público.
Concluido el acuerdo con dos de imputados, la SCJ continuo conociendo la solicitud a Parra Arias para proseguir con José Ismael Diloné Rodríguez.
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Los integrantes de la red realizaron un derroche de dinero y disfrutaron de una vida de lujo similar a los grandes narcotraficantes.
La estructura criminal instaló un software especial para identificar las víctimas, de los cuales habían personas de más de 90 años de edad, a los que le sustrajeron sus ahorros de por vida simulando accidentes de familiares de las víctimas.
Líder de la red
El Ministerio Público solicitará ante los jueces de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) prisión como medida de coerción a cuatro dominicanos implicados en la extensa “estafa de abuelos” para defraudar a estadounidenses con millones de dólares.
Se trata de Juan Rafael Parra Arias (Yofre), Rafael Rodríguez Guzmán (Max Morgan), Félix Samuel Reynoso Ventura (Fili/Filly the Kid) y José Ismael Dilone Rodríguez, contra quienes las autoridades de los Estados Unidos los piden en extradición para que respondan por los hechos de fraude postal y electrónico, fraude electrónico y conspiración para cometer lavado de dinero.
Coerción
Según las autoridades, los acusados de cometer estafas operaban desde centros de llamadas en la República Dominicana, contactando a sus víctimas residentes ancianos de varios estados, como Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania y Massachusetts, haciéndose pasar por sus nietos y les robaron millones de dólares.
La estafa comenzaba con los «abridores» que llamaban a los ancianos, haciéndose pasar por hijos, nietos u otros parientes cercanos, pidiendo ayuda económica para salir de un problema producto de un accidente de tránsito.
Luego entraron otros miembros de la red delictual denominados los «cerradores», quienes se hacían pasar por abogados, agentes policiales, y convencieron a las víctimas para que proporcionaran miles de dólares en efectivo para ayudar a sus parientes.
La estafas eran hechas desde centros en República Dominicana utilizando tecnología para hacer parecer que las llamadas provenían de un número telefónico estadounidense. Por el momento, están acusadas 16 personas por la comisión de estafa millonaria de abuelos de los Estados Unidos, desde República Dominicana.
Se trata del caso denominado Discovery, que está en Santiago, en el que los integrantes de esa estructura criminal, que apoyados a medios tecnológicos, estafaron y extorsionaron con millones de dólares a cientos de envejecientes en diferentes ciudades de los Estados Unidos.
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