Los Gigantes de San Francisco se impusieron con pizarra de 5-2 a las Estrellas Orientales en el partido celebrado la noche del jueves en el estadio Tetelo Vargas y cuyo resultado alejó a los derrotados a cinco partidos del cuarto lugar en el torneo de béisbol otoño invernal.
Los orientales ganaban 2-1 en el noveno, pero la defensa se cayó lo que favoreció que los Gigantes fabricaran un rally de cuatro carreras.
Antonio Bastardo (1-1) tiró una entrada en la que otorgó par de boletos y ponchó a dos para acreditarse el triunfo, mientras que Marcos Mateo (3-1) fue el pitcher derrotado, en tanto que Ramón Ramírez retiró a los tres que enfrentó en el cierre del noveno para apuntarse el salvamento (7).
En el séptimo, las Estrellas concretizaron una triple matanza. Marcell Ozuna y Francisco Peguero conectaron sencillos consecutivos, pero Maikel Franco, quien habría entrado como corredor emergente en el quinto por el lesionado Álex Guerrero, disparó rodado fuerte por tercera que Audy Ciriaco atrapó, pisó la base, tiró al segunda base Álex Valdez, quien hizo lo propio al primera base Edward Rogers.
La última vez que se había producido una triple matanza en la pelota dominicana aconteció el 21 de diciembre de 2006 en partido que protagonizaron las Águilas Cibaeñas y las Estrellas.
Los Gigantes combinaron dos sencillos, un triple, dos transferencias y par de errores de las Estrellas para fabricar las cuatro carreras en el noveno que fueron a la cuenta de Mateo, quien había entrado después de dos outs en el octavo episodio.
Un cuadrangular solitario por el jardín izquierdo de Francisco Peguero puso delante en la pizarra a los Gigantes del Cibao en el segundo episodio ante los envíos de Manauris Báez, quien salió sin decisión al tirar las primeras cuatro entradas y dos tercios de cuatro hits, un boleto, cinco ponches y una carrera.
Los verdes igualaron en el cuarto inning ante los envíos del relevista Román Colón. El tercera base Audy Ciriaco abrió la entrada con sencillo y llegó a tercera con doble de Alfredo Marte y luego anotó con elevado de sacrificio al prado central de Leandro Castro.
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