Profesionales haitianos reunidos en asamblea plenaria en el local de "El Provocón", ubicado en la avenida Winston Churchill, de Santo Domingo.SANTO DOMINGO.- Jóvenes profesionales y estudiantes universitarios haitianos resaltaron que es un deber fundamental de Haití y la República Dominicana proteger, sin distinción ninguna, a todos los ciudadanos de países extranjeros que se encuentren en sus respectivos territorios.
Recordaron que conforme a los artículos 22, 29 y 30 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (1961), es una obligación de los Estados receptores garantizar formalmente la inviolabilidad de los locales y la seguridad de los miembros del personal diplomático acreditado.
“Por lo tanto, es inaceptable que de un lado o de otro, la seguridad de los bienes, los locales privados y públicos y las vidas de los funcionarios no sea debidamente garantizada”, agregaron en un documento de prensa remitido a ALMOMENTO.NET.
Los jóvenes que emiten estos criterios forman parte de la directiva general y los comités nacionales de la entidad denominada “Estamos Salvando a Haití” (NAPSA por sus siglas en Creole), cuyo directorio está integrado por Joseph Harold Pierre,coordinador general (residente en República Dominicana), Smith Augustin, secretario técnico (residente en Canadá), Wooldy Edson Louidor, encargado de comunicaciones (residente en Colombia), Gulin Bonhomme, encargado de proyectos (Haití) y Fadjah Durandisse, encargada de finanzas (República Dominicana).
Mala gestión de ambos lados
Lamentaron que los gobiernos de Haití y la República Dominicana estén dejando deteriorar las relaciones entre los dos pueblos y dijeron que esta situación se debe, entre otros factores, a la mala gestión en ambos lados de la isla y al asesinato del haitiano Jean Claude Harry, cuyo cadáver fue expuesto en un parque público en Santiago de los Caballeros el 11 de febrero de 2015.
“Deben aclararse las circunstancias de este crimen, sus autores castigados y la familia de la víctima reparada”, expusieron.
Del mismo modo, dada la práctica ya habitual de romper o quemar la bandera nacional de uno y otro país, recordaron que “cualquier intento de rechazar a un pueblo por la profanación de símbolos que lo representan, es ante todo un acto de auto-desprecio personal o colectivo del agresor o del grupo que comete la deshonra”.
Mensajes que incitan al odio y la violencia
Los dirigentes de NAPSA instaron a ambos Estados a “tomar medidas urgentes para evitar la publicación tan abusiva, en la prensa y las redes sociales, de fotos y videos que envilecen a los dos pueblos, al tiempo que incitan al odio y la violencia”. Destacaron que esas imágenes son muchas veces fotografías o películas, divorciadas tanto del contexto actual como de la convivencia general de los dos pueblos.
Dijeron que el hecho de que dos pueblos estén llamados, como resultado de su historia, a la cohabitación “no es una lamentable fatalidad geográfica ni tampoco un mero cliché político, sino una realidad, una riqueza y una oportunidad a compartir”.
Plan Regularización de Extranjeros
Respecto al Programa Nacional de Regularización de Extranjeros (PNRE), la agrupación resalta que, por un lado, se inició con grandes fallas y, por el otro, el gobierno haitiano se mostró irresponsable al momento de ofrecer a sus ciudadanos los documentos de identidad.
“De ello, resulta que momentos difíciles se avecinan para cientos de miles de inmigrantes haitianos en República Dominicana y de dominicanos y dominicanas de origen haitiano”, enfatiza.
“Todavía hay tiempo para recuperarse”
Dice, sin embargo, que la turbulencia actual no debe utilizarse como una distracción en detrimento de un acuerdo conjunto y una solución preventiva a esta crisis inminente. “Todavía hay tiempo para recuperarse. ¡Gobernar es conquistar el bienestar de todos y para todos!”, puntualiza.
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