CALIFORNIA. Un hombre negro que al parecer se comportaba de forma errática en un centro comercial de un suburbio de San Diego murió el martes baleado por la policía después de sacar un objeto de su bolsillo, apuntarlo hacia los agentes y adoptar una “postura de disparo”, según las autoridades.
Uno de los agentes intentó sin éxito reducir al hombre con una pistola eléctrica antes de que el otro hiciera varios disparos, explicó el martes por la noche el jefe de policía de El Cajon, Jeff Davis, en una rueda de prensa. Davis no especificó de qué objeto se trataba, pero admitió que no era un arma.
Antes de que la policía anunciara la muerte del hombre, docenas de manifestantes se reunieron en el lugar del tiroteo y algunos afirmaron que el hombre había sido baleado con las manos en alto. La policía lo negó y difundió una imagen que parecía mostrar al hombre en la “postura de disparo” mientras se acercaban dos agentes con las armas desenfundadas. La imagen fue extraída de un video grabado por un testigo con un celular.
La balacera se produjo apenas unas semanas después de la muerte de dos hombres negros baleados por la policía en Tulsa, Oklahoma, y Charlotte, North Carolina, donde se registraron protestas violentas.
Los manifestantes en El Cajon se mostraron indignados pero pacíficos. Varias docenas de personas, la mayoría blancos, se reunieron en el lugar y algunos insultaron a los agentes que vigilaban la escena. Corearon “las vidas de los negros importan” y “manos arriba, no disparen”.
Davis instó a la comunidad a mantener la calma y dijo que la investigación sería rigurosa.
“Esto será transparente”, dijo. “Varios pares de ojos analizarán esto, no sólo los nuestros”.
El fiscal del distrito estaba en el lugar y también investigaría el suceso.
Una mujer llamó a la policía poco después de las 14:00 indicando que su hermano, un hombre en la treintena, “no se comporta como él mismo” y estaba caminando entre vehículos en marcha, señaló la policía. Los agentes dijeron que el hombre rechazó “múltiples” órdenes de que sacara la mano del bolsillo y después fue baleado al sacar el objeto que tenía en el bolsillo.
Cuando los detectives llegaron al lugar, una testigo entregó de forma voluntaria un video del incidente. Las autoridades no divulgaron la grabación, sólo la escena fija. Los agentes de El Cajon no llevan cámaras corporales.
Mientras tanto, no tardaron en aparecer otros videos del suceso. En uno compartido en Facebook, se oye a una mujer no identificada que dice a la policía en el lugar que se había ordenado al hombre que sacara la mano del bolsillo.
“Le dije, ‘Saca la mano del bolsillo, cariño, o van a dispararte’. Él dijo, ‘no, no, no’’’, dijo la mujer. “Cuando sacó las manos... tenía algo en la mano pero no era un arma, y entonces fue cuando le dispararon”.
Otra mujer en el video, vestida con ropa similar al uniforme de un hospital, dijo ser la hermana del hombre. Se veía alterada, gritando y llorando y diciendo a los agentes que les había llamado para que ayudaran a su hermano, al que describió como enfermo mental.
“Yo sólo pedí ayuda, y ustedes vinieron y lo mataron”, dijo.
Michael Ray Rodriguez estaba entre los testigos que dijeron que el hombre tenía las manos en alto. Rodriguez dijo que había salido de su complejo de apartamentos cuando pasó en auto junto a la escena del tiroteo y vio a un hombre negro sin camiseta y con las manos levantadas.
El agente “apretó el gatillo y le disparó una y otra vez”, dijo Rodriguez al San Diego Union-Tribune.
El Cajon se encuentra unas 15 millas al nordeste de San Diego y tiene una población de unas 100.000 personas. El 69% de sus habitantes son blancos y el 6% negros, según las cifras del censo de 2010. La localidad se ha convertido en el hogar de muchos refugiados que huyeron de Irak y, recientemente, Siria.DE AP
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