El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue apostado por su plan de salud y ha forzado su votación hoy en la Cámara de Representantes, donde los conservadores ya han comenzado sus reuniones para tratar de sofocar una rebelión que amenaza la propuesta legislativa.
Después de posponer este jueves el voto, los republicanos comenzaron sus reuniones hoy a las 07.00 hora local (11.00 GMT) y está previsto que la votación en el pleno se produzca por la tarde, aunque no se ha fijado una hora.
Trump sufrió ayer su primer revés legislativo al no lograr un acuerdo en la bancada republicana, pero hoy volvió a la carga en Twitter y avisó a los conservadores de que esta es "definitivamente su oportunidad" para lograr "un gran plan" que sustituya la ley sanitaria del anterior presidente, Barack Obama.
A continuación, el mandatario cargó contra el Freedom Caucus (Caucus de la Libertad), el grupo ultraconservador de legisladores que está obstaculizando el acuerdo porque quiere menos regulaciones y que los ciudadanos sean capaces de elegir qué cuidados médicos cubren sus planes de salud.
Trump consideró que la oposición al plan republicano del Caucus de la Libertad permitirá que se mantenga el plan sanitario de Obama y apoyará así de manera indirecta a Planned Parenthood, la mayor organización de planificación familiar de Estados Unidos que ha recibido numerosas críticas de los republicanos.
"La ironía es que el Caucus de la Libertad, que es muy provida y está en contra de Planned Parenthood, va a permitir que continúe el apoyo a P.P. (siglas de Planned Parenthood) si detiene este plan", dijo en Twitter.
Precisamente, el grupo de legisladores del Caucus de la Libertad ha conseguido que la Casa Blanca retire de su propuesta legislativa los llamados "beneficios esenciales", una cobertura básica que incluyen las aseguradoras y que comprende, entre otras cosas, la asistencia en urgencias o los cuidados por maternidad.
Sin embargo, se desconoce si los ultraconservadores se han dado por satisfechos y votarán a favor de la propuesta hoy.
Para ser aprobada, la propuesta legislativa republicana necesita 216 votos y, aunque la mayoría republicana cuenta en la Cámara de Representantes con 237 escaños, la rebelión interna de los ultraconservadores (una treintena) podría constarles una cifra demasiado alta de votos y que impediría la aprobación del plan.
Los demócratas tienen 193 puestos y ya han dicho que votarán en masa contra la propuesta de Trump.
El presidente ya ha avisado al grupo rebelde de legisladores de que, si vota en contra de su plan de salud, está dispuesto a dejar en pie la ley de salud de su predecesor, conocida como "Obamacare", proclamada en 2010 y que ha logrado ofrecer cobertura sanitaria a más de 20 millones de personas que antes no la tenían.
La eliminación del "Obamacare" fue una de las promesas principales de la campaña de Trump y algo que los republicanos llevan años queriendo hacer, aunque no se han puesto de acuerdo en cómo lograrlo.
La propuesta del liderazgo republicano pretende recortar la ampliación del programa de ayuda a las personas con bajos recursos, así como poner fin al mandato individual de adquirir un seguro impuesto por la ley actual.
Sin embargo, conserva algunas disposiciones de la ley de Obama, como la obligatoriedad de ofrecer seguro a las personas que han sufrido enfermedades en el pasado. DE EFE
Después de posponer este jueves el voto, los republicanos comenzaron sus reuniones hoy a las 07.00 hora local (11.00 GMT) y está previsto que la votación en el pleno se produzca por la tarde, aunque no se ha fijado una hora.
Trump sufrió ayer su primer revés legislativo al no lograr un acuerdo en la bancada republicana, pero hoy volvió a la carga en Twitter y avisó a los conservadores de que esta es "definitivamente su oportunidad" para lograr "un gran plan" que sustituya la ley sanitaria del anterior presidente, Barack Obama.
A continuación, el mandatario cargó contra el Freedom Caucus (Caucus de la Libertad), el grupo ultraconservador de legisladores que está obstaculizando el acuerdo porque quiere menos regulaciones y que los ciudadanos sean capaces de elegir qué cuidados médicos cubren sus planes de salud.
Trump consideró que la oposición al plan republicano del Caucus de la Libertad permitirá que se mantenga el plan sanitario de Obama y apoyará así de manera indirecta a Planned Parenthood, la mayor organización de planificación familiar de Estados Unidos que ha recibido numerosas críticas de los republicanos.
"La ironía es que el Caucus de la Libertad, que es muy provida y está en contra de Planned Parenthood, va a permitir que continúe el apoyo a P.P. (siglas de Planned Parenthood) si detiene este plan", dijo en Twitter.
Precisamente, el grupo de legisladores del Caucus de la Libertad ha conseguido que la Casa Blanca retire de su propuesta legislativa los llamados "beneficios esenciales", una cobertura básica que incluyen las aseguradoras y que comprende, entre otras cosas, la asistencia en urgencias o los cuidados por maternidad.
Sin embargo, se desconoce si los ultraconservadores se han dado por satisfechos y votarán a favor de la propuesta hoy.
Para ser aprobada, la propuesta legislativa republicana necesita 216 votos y, aunque la mayoría republicana cuenta en la Cámara de Representantes con 237 escaños, la rebelión interna de los ultraconservadores (una treintena) podría constarles una cifra demasiado alta de votos y que impediría la aprobación del plan.
Los demócratas tienen 193 puestos y ya han dicho que votarán en masa contra la propuesta de Trump.
El presidente ya ha avisado al grupo rebelde de legisladores de que, si vota en contra de su plan de salud, está dispuesto a dejar en pie la ley de salud de su predecesor, conocida como "Obamacare", proclamada en 2010 y que ha logrado ofrecer cobertura sanitaria a más de 20 millones de personas que antes no la tenían.
La eliminación del "Obamacare" fue una de las promesas principales de la campaña de Trump y algo que los republicanos llevan años queriendo hacer, aunque no se han puesto de acuerdo en cómo lograrlo.
La propuesta del liderazgo republicano pretende recortar la ampliación del programa de ayuda a las personas con bajos recursos, así como poner fin al mandato individual de adquirir un seguro impuesto por la ley actual.
Sin embargo, conserva algunas disposiciones de la ley de Obama, como la obligatoriedad de ofrecer seguro a las personas que han sufrido enfermedades en el pasado. DE EFE
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