Una sola unidad de la Policía Nacional (PN) hace servicio en las calles de la Ciudad Colonial, el personal del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) es insuficiente y los Policías Municipales (PM) ya no se ven.
Además hay numerosos tramos de calles a oscuras, más de 70 indigentes que cada noche duermen en las aceras, mientras que los colmadones terminaron con la tranquilidad de los habitantes de la vieja ciudad.
El presidente de la unión de juntas de vecinos de la zona, Pedro del Castillo, explicó que la inseguridad de la vieja ciudad preocupa a sus habitantes, por lo que pidió al director de la Policía Nacional y a las autoridades de Cestur reforzar la vigilancia.
“Aquí los arrebatos de cartera no son un secreto. La seguridad aquí no es muy efectiva, porque las instituciones encargadas no cuentan con los equipos necesarios para hacer un trabajo eficiente”, destacó.
Agregó que una muestra de ello es que cuando llega un crucero o barco turístico, la zona se queda prácticamente vacía, porque el personal es desplazado hacia el puerto de San Soucí y La Atarazana.
“La Policía Nacional quisiera hacer un buen trabajo, pero solo cuentan con una camioneta para la zona colonial, pero aquí una camioneta no es efectiva para la vigilancia, sino motores, porque las calles son estrechas y evita su desplazamiento rápido en caso de que así lo amerite. Realmente ellos hacen lo que pueden”, dijo.
Resaltó que la Zona Colonial está literalmente de moda, porque cada día es mayor la cantidad de público que la visita, tanto en horarios nocturnos, como en fines de semana y días festivos en horarios diurnos, por lo que se precisa que la seguridad sea reforzada.
“La ciudad colonial necesita más custodia, porque cada día vienen más indigentes a merodear y se quedan. Tu viene de noche o en la mañanita y puedes ver el panorama de ellos acostados en los entornos de parques, plazas, iglesias y el hospital Padre Billini”, agregó.
Informó que hay alrededor de 70 personas jóvenes y adultas que duermen en esos lugares, donde se orinan y dejan sus desperdicios.
Señaló que en la calle Palo Hincado, donde funcionara el cine Olimpia, hay una iglesia que tiene una cuartería con camas para darles alojamiento a los indigentes y también los alimentan, a lo que atribuyó el crecimiento de indigentes en la zona, aunque dijo que no tienen control sobre ellos.
Destacó entre las zonas vulnerables o más atractiva para los indigentes son las Ruinas de San Francisco, San Antón, el parque Duarte, el convento de los Dominicos, donde hay mucha oscuridad y las calles son utilizadas como urinario y puntos de encuentros de grupos que los ensucian.
“Aquí todo el que viene es a ensuciar. Se beben sus tragos y tiran los vasos en las calles, se orinan en las calles. Esto de noche es un pandemónium, pues cuando no son los colmadones con sus ruidos, es la misma gente con su gozo. Este es el verdadero Nueva York Chiquito”, dijo.
La señora Rita Almonte, presidenta de la junta de vecinos El Carmen, coincidió con Del Castillo, al destacar que la falta de efectivos policiales, de Cestur o de la Policía Municipal, y la oscuridad de una parte de la zona colonial, es la causa de la inseguridad.
“Mire, en la calle Isabel La Católica con Meriño y también con Mercedes, cerca de la plaza María de Toledo, está oscuro hace mucho tiempo y nosotros lo hemos reportado, pero nada”, agregó.
Se recuerda que el 18 de enero del año en curso fue asesinado el médico internista, Salvador Forastieri, de 86 años de edad, luego de que recibiera dos puñaladas en el pecho en un intento de atraco en su vivienda-consultorio, ubicada en la calle Polvorín número cinco de la zona colonial, hecho que se suma al Anneris Peña Pérez, quien el pasado jueves fue asesinada a cuchilladas en una joyería donde trabajaba, en el Conde Peatonal de la vieja ciudad.
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