La capital haitiana vive este lunes una jornada de protestas, barricadas y parálisis en las actividades comerciales, un día después de un cruento tiroteo entre policías y militares registrado en el centro de Puerto Príncipe.
La manifestación recorrió avenidas del centro de la capital, congregando a decenas de policías y de civiles, en apoyo a las demandas laborales de los uniformados.
En casi todo Puerto Príncipe las calles están vacías, los comercios están cerrados y el transporte colectivo está paralizado, un día después de los graves incidentes del domingo.
El domingo un grupo de policías vestidos de paisano y encapuchados atacó el cuartel general de las Fuerzas Armadas; los enfrentamientos se extendieron a la céntrica plaza Champ de Mars, ubicada frente al Palacio Presidencial.
El asalto duró más de seis horas y causó al menos dos muertos, entre ellos un policía y un soldado, y diez heridos, incluyendo tres civiles, según balances del Ejército y de hospitales.
Los policías también atacaron la sede de la Radio Televisión Caraibes e incendiaron varios vehículos de la emisora, denunciaron periodistas de ese medio.
En una nota publicada hoy, las Fuerzas Armadas condenaron el ataque, cometido por "individuos orientados a la destrucción del país y de los suyos propios".
Tras los incidentes, el Gobierno haitiano canceló ayer las celebraciones del Carnaval en Puerto Príncipe a fin de evitar "un baño de sangre".
Las autoridades calificaron los hechos vividos en el centro de Puerto Príncipe como una "situación de guerra", con tiroteos durante toda la jornada y calles bloqueadas.
El Gobierno se preguntó en un comunicado por qué los policías adoptan "un comportamiento extremista" en lugar de sentarse a negociar con el Ejecutivo, que tiene "la mano tendida".
Los policías se han manifestado varias veces este año para pedir mejorías salariales, el derecho de crear un sindicato y otras demandas laborales.
Para presionar al Gobierno, la semana pasada trataron de boicotear el Carnaval prendiendo fuego a las escenarios que había montado el Ejecutivo en Champ de Mars.
Haití atraviesa una fuerte inestabilidad sociopolítica desde julio de 2018, por la debilidad de la economía, las acusaciones de corrupción que salpican al presidente Jovenel Moise y por la creciente inseguridad.DE EFE
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