La filosofía del doctor Darvy Taveras, emergenciólogo e intensivista, es que no se puede tener pánico ante algo que podemos enfrentar con agua y jabón.
Y lo prueba con video que subió a sus redes sociales bañándose fuera de la residencia en horas de la noche, luego de llegar de un día de guardia en el hospital, donde se encuentra en la primera línea de defensa del país contra el coronavirus.
“Me sentí mal ese día. Ese día no teníamos la barrera de seguridad que era un mueble”, va explicando. Su hijo de dos años comenzó a llamarlo al verlo. “Y yo dije mierquina, tengo que salir e intentarlo, hacer como un juego para evitar que se sintiera mal… Vamos a bañarnos afuera que es lo que nos queda”.
Mientras el doctor se está bañando va relatando las medidas de seguridad que debe tener la población para protegerse del nuevo coronavirus.
“Ha sido algo nuevo, aunque cuando vivía en el campo o en otros pueblos yo lo hacía en el patio de mi casa así que para mí no ha sido algo nuevo”, cuenta.
Taveras fue designado como director de la unidad de Covid-19 que funciona en Cecanot, en la capital dominicana, y desde el primer día pensó en los casos de China e Italia, qué cosas hicieron y dónde fallaron, para entonces crear un modelo de gestión sanitaria seguro tanto para los pacientes como el personal de salud.
La primera acción fue incrementar la desinfección de cada persona que entraba a la unidad: en cada pie de cama pusieron sabanas y toallas cloradas, al igual que en las puertas. Instalaron una “ruta sucia y una limpia”, lo que quiere decir que el paciente que ingresara solo tuviera contacto con el personal que lo fuera a recibir.
Su esposa es gastroenteróloga y también trabaja con pacientes con COVID-19 en un hospital y “ella anda normal dentro de la casa, y mantenemos los sistema de seguridad de igual forma”. A lo que se refiere es que adoptaron medidas de prevención tanto los lugares donde trabajan como al llegar a su residencia.
“La experiencia más grata es cuando un paciente te dice que no pensó que iba a salir de ésta. Yo tuve una paciente que decía lo siguiente ‘yo creo que no llego a diciembre’, y yo le dije descuida amiga, usted va a ver su diciembre”, relata el médico.
Y continúa relatando: “Pensé que en el Estado no había condiciones, pensé que en el sistema no había ese tipo de personas, yo le dije: Sí, usted lo tiene, pero lo que pasa es que solo se le da propaganda a lo malo, no a lo que tenemos dentro y no le damos calor a las cosas locales”.
El doctor Darvy Taveras cuenta que no han tenido grandes bajas. De los 56 médicos que intervienen en la unidad, solo dos personas han resultado infectadas. “Y es porque no se infectaron allá sino en la ruta de ellos trasladarse a sus hogares, porque en eso hemos intensificados los niveles de nosotros”, nos cuenta desde su casa.
“Tenemos en mente abrir diez camas para esta semana o la próxima, pero para esas diez camas necesitamos convencer mínimamente 56 médicos nuevos, porque tienes que disminuir el nivel de exposición, crear los turnos, tener los insumos”, explicó.
Taveras es emergenciologo de base, egresado del hospital San Vicente de Paúl, en San Francisco de Macorís, que precisamente es el que tiene la mayor carga en la lucha contra el nuevo coronavirus en República Dominicana.
También tiene una especialidad en terapia intensiva y medicina crítica en Cedimat, varios entretenimientos en traqueotomía percutánea, manejo de bioseguridad y epidemiología.
El galeno señala que las crisis son para reinventarse, que son momentos para tomar decisiones y hacer las cosas lo mejor posible, de manera paulatina. “Porque las cosas entran de una forma y no pueden ser resueltas por la misma magnitud”, dice.
“En un momento de crisis tú tienes que tomar las mejores decisiones, quizá hay momentos en los que pones a tu familia en juego, creas condiciones diferentes, te reinventas…”, señala.
“La primera etapa, ande siempre con su arma de reglamento su mascarilla, un dispensador de agua con agua jabonesa, sus lentillas, mantener la distancia social, lo primordial crear un área específica en su casa donde usted pueda quitarse la ropa, flecharla rápidamente con agua jabonosa y tener un cubo específico para echar la ropa ahí mismo, yo entro a mi casa en toalla y recorro todo mi parqueo en toalla, no me queda de otra”.
La protección
“Antes de entrar a la unidad nos fumigan de dos formas: con agua jabonosa y con un producto que se llama ‘killer’, que es algo para desinfectar en segundo nivel. Nos ponen el primer traje, que radica en una pijama azul, con los guantes, unas botas azul, encima de eso nos colocan un capuchón estilo Swat. Nos ponen la primera mascarilla que es la quirúrgica, los lentes, después nos tiran un traje de overol completo que es un traje biológico, después ahí mismo se ajustan los gorros, encima de esos gorros viene una capa del traje biológico y las lentillas. Aparte de eso nos ajustan unas botas de goma blancas y se nos ajusta cinta pegante en las botas y en la parte de la muñeca en el antebrazo. El nivel de bioseguridad es muy alto”.
El material utilizado se puede portar en tres posturas, siempre y cuando cumplan las medidas de seguridad, según nos explica.
“Tú lo desinfectas con el killer, después se desinfecta con agua clorada al cinco por ciento. Luego con agua jabonosa nuevamente y con el cloro; tercero, aparte de que lo lavas tú lo dejas solear totalmente y cuarto va a una máquina de a desinfectarse”.
Se están usando dos mascarillas: la quirúrgica y la N95. Para el personal que trabaja en las unidades de COVID esa la regla. “En las unidades en las que estoy cada dos horas se fumiga”, dice.
Recomendaciones
El medico entiende que el sistema debe cambiar, y que no se deben utilizar las cosas solo por boga o por momentos, que se debe crear una plataforma para cuando el país esté en crisis no se proceda a improvisar.
“Que la población tenga un nivel más de compromiso social con el objetivo de que esta cosa pueda pasar y no como andan en muchísimos pueblos tirándoles piedras a los policías y quemando gomas y creando resistencia”, dice.
“No es un caos, donde ha habido tanta información negativa, donde se ha bombeado tanto a los medios, una difusión tan aplastante, la gente ha tenido pánico, con algo que tú resuelves con agua y jabón tú no puedes tener pánico, tienes que crear controles”, nos dice.
“La experiencia en esto ha sido muy reconfortante, en el sentido de trabajo, de unificación de equipo, buscar las mejores personas que estén a tu lado para tomar las mejores decisiones posibles”, cuenta.
El doctor cuenta que el Estado está abriendo espacios y en esas oportunidades les preguntan qué opinan de esos lugares, y en ese caso dan las sugerencias de las experiencias que han tenido como unidad.
“Las cosas se pueden lograr siempre y cuando se instale un programa de estrategia y planificación”, dice.
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