La compañía que fabrica el desinfectante Lysol y numerosos médicos y científicos se apuraron este viernes a advertir al público que no ingiera o se inyecte este tipo de productos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugiriese que podría ser un tratamiento contra el coronavirus.
En el curso de su casi diaria conferencia de prensa acerca de la pandemia de COVID-19, Trump especuló este jueves sobre supuestos métodos que podrían matar el virus, cuya infección ha afectado ya en Estados Unidos a más de 800.000 personas y ha causado casi 50.000 muertes.
"Supongamos que golpeamos al cuerpo con una luz, ya sea ultravioleta o muy poderosa y luego, digo yo, supongamos que llevamos la luz adentro del cuerpo, lo cual puede hacerse a través de la piel o de alguna otra forma", indicó Trump en la rueda de prensa.
"Y, además -prosiguió-, yo veo que el desinfectante, que lo noquea (al coronavirus) en un minuto, un minuto, y si hay una forma de hacer algo como eso inyectándolo adentro (del cuerpo), casi como una limpieza".
"Porque ¿ven ustedes? se mete en los pulmones y hace un número tremendo en los pulmones, por eso sería interesante investigar eso", añadió. "Habrá que usar a los doctores médicos pero a mí me suena interesante".
Las advertencias sobre lo insensato de la idea no se hicieron esperar entre la comunidad científicas y el fabricante de uno de los desinfectantes más populares de Estados Unidos.
Reckitt Benckiser, la compañía británica que fabrica el desinfectante hogareño Lysol, se refirió hoy en una declaración a "recientes especulaciones y actividades en los medios sociales" para negar que se pueda ingerir o inyectar .
"Como líderes globales en productos de higiene y para la salud debemos dejar en claro que, bajo ninguna circunstancia, nuestros productos desinfectantes han de administrarse adentro del cuerpo humano (sea por inyección, ingestión o cualquier otra ruta", indicó la empresa.
Stephen Hahn, comisionado de la gubernamental Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés), y miembro del grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre COVID-19, dijo por su parte que él "ciertamente no recomendaría la ingestión de un desinfectante".
Por su parte Esther Choo, médico de la sala de emergencias en la Universidad de Salud y Ciencias en Oregón, dijo a la cadena de televisión MSNBC que "la idea de introducir en el cuerpo algo que una toxina conocida como alcohol isopropilo o desinfectantes... ésas son las cosas que nos preocupan que los niños puedan ingerir accidentalmente, o que personas que tratan de dañarse deliberadamente tragarían accidentalmente".
Craig Spencer, médico de salud global en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, señaló que a él lo que le preocupa es "que muera gente por esto".
"Habrá quienes piensen que es una buena idea", añadió en una entrevista con el diario The Washington Post. La sugerencia de Trump "no es algo algo nimio, algo dicho al pasar, una idea de que quizá esto funcione. Es peligrosa", agregó. EFE
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