Algunos fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor tienen una relación “clara e inequívoca” con el cambio climático en todo el mundo, mientras que con otros, como los ciclones, el papel del calentamiento global en cada evento es más variable.
En el caso de las olas de calor, además, es “probable que las aseguradoras, los economistas y los gobiernos subestimen el alcance de las repercusiones”, indica un estudio de la Universidad de Oxford, el Imperial College de Londres (Reino Unido) y la Universidad Victoria de Wellington (Nueva Zelanda).
El equipo examinó, con la llamada ciencia de la atribución, las repercusiones de cinco fenómenos meteorológicos extremos y el grado en que podían atribuirse al cambio climático inducido por el ser humano.
Usaron los últimos informes del Grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático y los resultados de un conjunto cada vez mayor de estudios de atribución, en los que se usan observaciones meteorológicas y modelos climáticos para determinar el papel del cambio climático en algunos fenómenos meteorológicos.
Los autores descubrieron que, en el caso de algunos fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor, “la relación con el cambio climático es clara e inequívoca en todo el mundo, y que es probable que las aseguradoras, los economistas y los gobiernos subestimen el alcance de las repercusiones”.
Para otros fenómenos como los ciclones tropicales, el estudio señala que “existen importantes diferencias entre regiones y que el papel que desempeña el cambio climático en cada evento es más variable que en el caso de las olas de calor”.
Los fenómenos meteorológicos más extremos e intensos, como las olas de calor, las sequías y las lluvias torrenciales, han aumentado drásticamente en los últimos años, afectando a la población de todo el planeta.
Por eso, comprender el papel que juega el cambio climático en estos acontecimientos "puede ayudar a prepararnos mejor para ellos. También nos permite determinar el coste real que tienen las emisiones de carbono en nuestras vidas", indicó el autor principal del estudio, Ben Clarke, de la Oxford, en un comunicado.
Además, se necesitan con "urgencia" más datos de los países de ingresos bajos y medios, donde los efectos del cambio climático se dejan sentir con más fuerza.
La investigación sobre estos impactos se ve obstaculizada cuando los datos meteorológicos nacionales no están disponibles públicamente, denuncia el equipo y, entre otros ejemplos, cita Polonia, donde solo son accesibles a través de una elevada tarifa, o Somalia, donde los cambios de régimen desordenados han interrumpido las mediciones.
La ciencia de la atribución ha propiciado importantes avances en la vinculación de los impactos de los fenómenos meteorológicos extremos y el cambio climático inducido por el hombre, pero las grandes lagunas de la investigación publicada siguen ocultando el alcance total de los daños del cambio climático, advierte el estudio.
La climatóloga Friederike Otto, del Imperial College de Londres, destacó que aún no disponen “de una visión global ni de un inventario detallado de las repercusiones del cambio climático".
Ahora cuentan con las herramientas y conocimientos para crearlo, pero hay que aplicarlo de forma uniforme en todo el mundo para “mejorar nuestra comprensión en las áreas en las que faltan pruebas”.
De lo contrario, según Otto, se está negando a los países los conocimientos necesarios para hacer el mejor uso de los escasos fondos y mejorar las posibilidades de que la gente viva con seguridad y se adapte al cambio climático"
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