Este Día del Padre hay quienes celebran compartiendo con su progenitor, comparten una comida, abren los regalos y expresan sus buenos deseos hacia ellos.
Sin embargo, un día como este lo primero que muchos hacen al despertar es dirigirse al cementerio y visitar al hombre que siempre será su padre, pero que hoy su presencia física no está en la tierra.Por tal razón, la eucaristía que ofreció el cementerio Puerta del Cielo en honor a los padres que ya no están se sostuvo en su máxima capacidad.
Con sus flores en las manos, vestidos de blanco y con la intención de visitar a sus padres hicieron acto de presencia decenas de familias a la misa que tuvo lugar en uno de los jardines de esa casa de descanso eterno.
El párroco que ofició la eucaristía, Roberto Solano, envió un mensaje a todos los padres dominicanos.
“Felicito a todos aquellos que de verdad cargan el título de padre, aquel que vela por sus hijos, que los cuida, les da amor y nunca ha dejado que les falte nada”, aclamó en sacerdote.
Asimismo, durante la homilía el cura recordó los nombres de todos los padres que descansen en el camposanto.
“Mi papá es un roble”
Una vez concluida la misa el parque cementerio Puerta del cielo llevó a cabo su tradicional actividad nombrada “Mi papá es un roble”.
Consiste en plantar un roble, con cada una de esas siembras representando a un padre. El objetivo, según Solano, es representar la “fortaleza, generosidad, nobleza, fuerza y perseverancia” de cada padre.
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