El primer ministro de Haití, Ariel Henry, solicitó apoyo de la comunidad internacional para ayudar al vecino país a enfrentar la crisis humanitaria que viven en la actualidad, con el brote de cólera, la escasez de agua potable, el bloqueo de carreteras por parte de pandillas, la inseguridad, la falta de combustible y inasistencia de niños en la escuela.
“Queremos que brinden todo el apoyo necesario para evitar que la gente muera”, dijo Henry en un discurso a la nación y que recoge el periódico Miami Herald.
De acuerdo al diario, Henry no especificó cómo debería ser esa ayuda y no pidió abiertamente la intervención militar extranjera.
“Queremos que el agua potable y los medicamentos lleguen a las personas que están enfermas en este momento donde el cólera ha comenzado a resurgir, que las fábricas que producen agua reinicien la producción; necesitamos médicos y enfermeras para poder llegar al hospital, que circulen las ambulancias, que los hospitales vuelvan a funcionar”, dijo Henry.
“Necesitamos que nos ayuden a desbloquear las carreteras de todo el país, que la gasolina fluya por todos lados, que todos los niños vayan a la escuela sin miedo, que todos puedan hacer su trabajo sin miedo”, continúo el mismo, de acuerdo al Herald.
De igual forma, el primer ministro haitiano llamó a sus compatriotas a que “muestren compasión y humanidad” y se unan por el bien del país.
“En el nuevo Haití qué queremos, queremos cambiar la forma en que manejamos las finanzas estatales”, dijo.
El Nuevo Herald explica que Henry señaló que las reformas recientes no solo estaban dirigidas a reducir $400 millones en subsidios a los combustibles y cerrar un lucrativo mercado negro, sino a recaudar millones en aranceles aduaneros no recaudados de los evasores de impuestos.
“Tienes que estar de acuerdo conmigo, no podemos tomar todas las recetas personalizadas para servir a un pequeño grupo de personas y subsidiar un solo producto”, expresó de acuerdo al portal.
Los delincuentes, dijo Henry, tenían a Haití como rehén e intentaban poner “a todo un pueblo de rodillas” porque creen que es la única forma de llegar al poder. “El comportamiento irresponsable y criminal de esta gente ha creado una crisis humanitaria que nunca hemos visto, nunca hemos vivido en la tierra de Haití y que amenaza la soberanía del padre Dessalines”, dijo.
“No podemos quedarnos de brazos cruzados y ver a algunos bandidos, asociados con algunos malos políticos y algunas personas malas, hundir a nuestro país en un desastre sin precedentes.
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