Los tapones han obligado a los padres a hacer ajustes para dejar sus hijos en los colegios y llegar a sus trabajos. El caos vehicular que cada día se agudiza en Santo Domingo y que afecta el cumplimiento de los compromisos laborales, profesionales y estudiantiles de miles de personas, repercutiendo en muchos en su salud mental, ha forzado a un cambio en las rutinas diarias. Médicos, sicólogos, estudiantes, trabajadores y padres cuentan que la madrugada y las horas de la noche están en “rejuego” para poder cumplir con sus obligaciones en medio del embotellamiento vehicular.
Especialistas de la salud dijeron que ajustaron los horarios de cita, así como las de llegar y salir de los consultorios por las largas horas de retraso que experimenta el tránsito.Mientras que ciudadanos salen de sus casas en horas de la madrugada, aunque sus compromisos inicien a las 8:00 de la mañana. Hay padres que optaron por delegar en otras personas para llevar a sus hijos a la escuela porque tienen que “ponchar” en sus trabajos, y otros dejan a los pequeños más temprano en los centros educativos.
El reconocido urólogo Pablo Mateo es uno que ha bajado el horario en su consulta. Llega al consultorio próximo a las 5:45 de la mañana y comienza la consulta a las 6:00. En tanto que el sicólogo Luis Bergés sale en la noche de su consultorio para evitar dos horas de retraso en el tráfico, testigo de las secuelas por el estrés que provocan los tapones.
El doctor Mateo entiende lo valioso del tiempo para el ser humano y trata de que la espera de sus pacientes sea corta, ya que a la situación del tránsito se suman la falta de parqueos y otros factores.
“Mi trabajo normal anteriormente empezaba a las 8:00 de la mañana, hacía una pausa a las 2:00 de la tarde hasta la 6:00 y 7:00 de la noche, sin embargo, hemos tenido que cambiar el horario de trabajo para poder respetar el tiempo de los pacientes y también que podamos llegar a tiempo. En este momento, debido al tránsito, a los tapones que es inevitable, que es un asunto mundial, pues lo que hemos hecho es iniciar a las 6:00 de la mañana para que los pacientes puedan llegar sin tener que tomar permiso en su trabajo y no encuentren el tránsito tan pesado”, y que además le representa menos estrés.
El Gran Santo Domingo alberga a más de 3.7 millones de personas, según el último censo, y es donde está la mayor concentración de oficinas, universidades y hospitales.
De acuerdo con lo revelado por Instituto Nacional de Tránsito Terrestre (Intrant) en el Foro de Movilidad Vial que auspició Listín Diario, en el Gran Santo Domingo se realiza un total de 3,097,106 viajes diarios, incluidos los que entran y salen de la ciudad.
Impacto sicológico
El psicólogo clínico Luis Bergés revela que el estrés asociado con llegar tarde a citas y la necesidad de ajustar rutinas diarias afecta la salud mental de la población.
Dijo que el tema del tránsito se ha convertido en uno de los eventos más estresantes sobre la cuales la gente conversa.
“Y tú sabes que para nosotros los psicólogos es muy importante la frecuencia con que la gente habla sobre un problema, y ese es uno de los problemas sobre lo que la gente más dialoga, porque llega estresada, primero porque llega tarde a la cita, otras porque tuvieron que salir a una hora diferente a la que su presupuesto y horario le permite; porque tuvieron que cambiar su rutina; porque tuvieron que delegar a buscar a sus hijos en alguien por no poder cumplir con el horario”, explicó.
Agregó que en todos los esos aspectos, la situación del tránsito constituye una dinámica “estresante, incómoda, difícil”, por los aspectos sociales, laborales y de la dinámica interna que se altera como resultado de eso.
En su caso, dijo que ha programado a sus pacientes en horario de 2:00 a 6:00 de la tarde y, en lugar de marcharse cuando termina, espera las 8.00 de la noche para evitar dos horas de tapones.
Bergés señala esos problemas como sistémicos y tienen que enfrentarse de una manera integral, tomando en cuenta las variables sociales, laborales y psicológicas.
“Hay que hablar ya en términos sicológicos; hay registros de secuelas de daños, daños por estrés por ansiedad, daños por la frustración por no lograr un objetivo debido al incumplimiento de las expectativas de las horas, irritabilidad en la población, la gente va más tensa y al estar más tensa está menos disponible para resolver un problema del tránsito de una manera racional. Te lo comento porque lo vivo a diario”, apuntó Bergés.
Testimonios de ciudadanos
Raúl (nombre ficticio) es un paciente oncológico que vive en una comunidad rural de San Cristóbal y relató que cuando tiene cita en el hospital en Santo Domingo, sale de su casa antes de la 5:00 de la mañana, porque si lo hace más tarde, no llega a tiempo por los tapones.
Mientras que José, un empleado privado, que aunque reside en Santo Domingo Este, a unos 12 kilómetros del Distrito Nacional, sale de su casa dos horas antes de la hora de entrada a su trabajo para evadir los tapones.
Otro testimonio es de un estudiante de la Universidad O&M que vive en Baní, que prefirió seleccionar las asignaturas en la tanda vespertina, porque cuando cursa un cuatrimestre en horas matutinas se estresa mucho por el caos en el tránsito, sobre todo a la hora de retornar a su pueblo.
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