Para muchas personas Semana Santa es sinónimo de reflexión, recreación y descanso. Son también unas pequeñas vacaciones en las que regularmente se disfruta hacer un alto a la rutina, a los compromisos diarios.
En esos días de “libertad” que supone la Semana Santa, muchas personas tienden a ingerir mucho alcohol, lo cual puede provocar tragedias.
El peligro radica en la cantidad de alcohol ingerido sin control por un ciudadano.
“Mañana no se trabaja” es la frase que sirve de excusa para continuar las rondas de consumo, o embriagarse a ritmo de un musicón. Y muchas veces no se miden las consecuencias físicas y psicológicas que el alcohol incita.
Las bebidas alcohólicas, sean ron, vino, cerveza o sidra, entre otras, contienen como primer ingrediente el etanol en diferentes grados, el resto es agua, congéneres y otras sustancias que aportan diferentes características a las distintas bebidas.
La forma de consumir, el estado anímico del cuerpo y el entorno y contexto situacional son factores clave de la embriaguez.
Peligro físico
“El alcohol etílico, etanol, es tóxico para los tejidos del organismo. El consumo crónico y excesivo ha sido asociado al desarrollo del síndrome de dependencia al alcohol, y también a numerosas enfermedades inflamatorias y degenerativas que pueden acabar con la vida de los sujetos que los sufre” puede leerse en el libro “Efectos del alcohol en la fisiología humana” del médico Ramón Estruch, del Hospital de Barcelona.
“El alcohol etílico, etanol, es tóxico para los tejidos del organismo. El consumo crónico y excesivo ha sido asociado al desarrollo del síndrome de dependencia al alcohol, y también a numerosas enfermedades inflamatorias y degenerativas que pueden acabar con la vida de los sujetos que los sufre” puede leerse en el libro “Efectos del alcohol en la fisiología humana” del médico Ramón Estruch, del Hospital de Barcelona.
El etanol es un depresor del sistema nervioso central. Su consumo provoca ciertas reacciones que transforman el cuerpo y los sentidos como leve desinhibición, debilita el sentido del ridículo y podemos sentir que nos comportamos con mayor “libertad”.
Además de la pérdida leve de reflejos. Ramón Estruch informa que el etanol provoca la pérdida del nivel de conciencia, abriéndose la posibilidad de hacer cosas que no nos convengan y se hace más evidente la falta de coordinación de los movimientos, lo que puede llevar a la pérdida de conciencia, y llegar a causar en casos extremos coma e incluso paro cardiorrespiratorio.
A estos síntomas de la embriaguez se agregan efectos secundarios como deshidratación, mareos, vómitos, reducción del campo visual e hipotermia.
Peligro, disciplina
En Semana Santa, el clima, la euforia, la alegría de estar con los seres queridos, descansar y votar el golpe y los cambios que provoca el alcohol en nuestro cuerpo incita a no entender de forma correcta y coherente lo que se dice y hace, por lo que factores como pérdida de conciencia puede azuzar conflictos como pleitos, riñas.
En Semana Santa, el clima, la euforia, la alegría de estar con los seres queridos, descansar y votar el golpe y los cambios que provoca el alcohol en nuestro cuerpo incita a no entender de forma correcta y coherente lo que se dice y hace, por lo que factores como pérdida de conciencia puede azuzar conflictos como pleitos, riñas.
La visión borrosa y posibles desmayos son causantes de muerte por los accidentes automovilísticos.
INTOXICACIONES EN EL PAÍS
CIFRAS: De acuerdo a boletines emitidos por el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), en el 2011 se registraron 70 intoxicaciones alcohólicas.
Igualmente, según el COE, hubo 48 intoxicaciones alimenticias sin víctimas fatales y cuatro muertes a causa de asfixia por inmersión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario