Las navidades, como siempre, han reactivado la economía y con esta se ha incrementado sobremanera el tránsito de vehículos, lo que ha generado congestionamiento en los entornos de las arterias comerciales, específicamente en las calles que convergen con la avenida Duarte. Desplazarse por cualquier calle adyacente a la Duarte en horas de la tarde, es una odisea, y los tapones les consumen a los conductores hasta una hora.
El taponamiento del tránsito de Este a Oeste se inicia desde el Puente Duarte hasta la 27 de Febrero con Abreu.
El congestionamiento incluye la Duarte, 27 de Febrero, París, Doctor Betances, Josefa Brea, México y la Mella, entre otras.
Para tratar de agilizar el tránsito los cobradores de las guaguas del transporte público, en muchas ocasiones tienen que desmontarse y hacer la función de agente de Amet, para que fluya un poco el tránsito.
En estas calles se ve pocos miembros de la Autoridad Metropolitana de Transporte.
Sólo en la avenida Duarte se pudo observar agentes de la Amet en las intersecciones.
Entorpecen vía
Hasta caminar por la calle París o la Duarte resulta caótico debido al flujo de gente en las calles: no solo hay taponamiento vehicular, sino humano.
Con el comercio informal que copa la calle París se entorpece el tránsito del peatón por la vía.
No hay espacio por donde la gente pueda caminar, porque la acera está llena de mesas con pacas que ofertan ropa a 5, 10, 15, 20, 30 y a 100 pesos. Aunque en menor grado, en la Duarte se vive el mismo drama.
UN APUNTE
Falta voluntad
Aunque el Ayuntamiento de la capital trató de reubicar a vendedores informales, no ha sido posible, debido a la falta de voluntad política de las autoridades.
Las aceras de muchas avenidas y calles han sido ocupadas por estos vendedores provocando trastornos en el tránsito de vehículos y a los peatones.
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