La salud del expresidente estadounidense George H.W. Bush ha "empeorado" en los últimos días debido a una "persistente" fiebre, según indicó ayer su portavoz Jim McGrath.
El expresidente lleva más de un mes hospitalizado a causa de una bronquitis en el Hospital Metodista en Houston (Texas), desde el pasado 23 de noviembre.
McGrath explicó que la fiebre de Bush, de 88 años de edad, se había "elevado" en los días recientes por lo que los médicos habían decidido someterle a una dieta líquida.
Aunque en un principio los doctores habían previsto que se recuperase para pasar las fiestas navideñas con su familia, se prevé ahora que el que fuera presidente de Estados Unidos entre 1989 y 1993 permanezca en el centro hospitalario.
"Su ánimo es incansablemente positivo y bromea con sus doctores", agregó McGrath en declaraciones a la televisión local KPRC de Houston.
Asimismo, explicó que Bush padre está "rodeado de su familia, que es la mejor medicina, y aunque no es la manera ideal de pasar las Navidades, así son las circunstancias".
El expresidente estadounidense vivo de mayor edad fue visitado ayer por su esposa Barbara, su hijo Neil, su nuera Maria y su nieto Pierce.
Recientemente, acudieron también a verle su hijo y también expresidente George W. Bush, y Jeb Bush, exgobernador de Florida.
Veterano de la Segunda Guerra Mundial, el republicano George H.W. Bush fue vicepresidente durante el mandato de Ronald Reagan y es padre del también expresidente George W. Bush (2001-2009).DE EFE
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