SANTIAGO DE CHILE (EFE).-El asesinato del cantautor chileno Víctor Jara ha comenzado a desvelarse cerca de 40 años después de su perpetración, con el procesamiento hoy de un grupo de exoficiales del Ejército chileno por parte de un juez especial.
El juez Miguel Vásquez atribuyó, en parte, a la "falta de colaboración" para explicar la lentitud del proceso antes de poder acumular los suficientes antecedentes para dictar una resolución apuntando a los presuntos responsables del crimen.
"Desde un principio ha habido distintas líneas de investigación; ha sido (la causa del lento proceso) fundamentalmente la falta de colaboración. Luego de reunir muchos antecedentes hay un momento en que uno debe avanzar dictando esta resolución", dijo el magistrado a los periodistas.
La muerte de Víctor Jara el 16 de septiembre de 1973, cinco días después del golpe con que el general Augusto Pinochet derribó el gobierno socialista de Salvador Allende, es uno de los casos más emblemáticos de las violaciones a los derechos humanos cometidas en Chile por la dictadura (1973-1990).
"Estaba torcido, tenía las manos quebradas y muchos impactos de bala", dijo en su libro "Un Canto Truncado" su viuda, la bailarina británica Joan Turner
El poder judicial informó en principio del procesamiento de dos presuntos autores del asesinato y de otros cinco como cómplices del crimen, pero más tarde se sumó otro nombre, por lo que en definitiva los procesados son ocho.
A ellos les correspondió apresar a centenares de simpatizantes de Allende y confinarlos en el Estadio Chile, que actualmente lleva el nombre del autor de "Manifiesto", "Te Recuerdo Amanda" y muchas otras que hoy se escuchan en todo el mundo y en multitud de idiomas.
Los procesados como presuntos autores del crimen son Hugo Sánchez Marmonti y Pedro Barrientos Núñez, este último radicado en Florida (EE.UU.), por lo que el juez dictó en su contra una orden internacional de captura.
Hace un tiempo un equipo del canal privado Chilevisión dio con Barrientos en Estados Unidos, donde el exoficial, que según fuentes judiciales sería el famoso oficial apodado el "Príncipe" señalado desde hace tiempo como el autor material del homicidio, negó cualquier implicación en el caso.
Barrientos sostuvo entonces que "ni siquiera sabía quién era Víctor Jara".
Los seis procesados como cómplices son Roberto Souper Onfray, Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Hasse Mazzei, Luis Bethke Wulf y Jorge Smith Gumucio, quienes cumplen prisión preventiva en un batallón de la policía militar.
Hace unos años, Edwin Dimter fue señalado como "El Príncipe", y "funado" (funa: repudio público) por un grupo de manifestantes.
Nelson Caucoto, abogado querellante en la causa, consideró "singular" que la mayoría de los implicados hayan participado en el "Tancazo", del 29 de junio de 1973, cuando se sublevó un regimiento de blindados que rodeó La Moneda con tanques, acción que dejó medio centenar de muertos y culminó con la rendición de los alzados.
"Es singular el hecho de que aparezcan todos los oficiales que estuvieron en el 'Tancazo' incorporados a este procesamiento", comentó Caucoto a los periodistas.
"Nosotros como querellantes en este juicio indudablemente que estamos bastante satisfechos con lo que se ha logrado", señaló además el letrado.
Víctor Jara, que además de cantautor era un destacado director de Teatro, fue detenido el 12 de septiembre, un día después del golpe de Pinochet, junto a centenares de alumnos, trabajadores y profesores en la Universidad Técnica del Estado (UTE), la actual Universidad de Santiago (USACH), en la que se desempeñaba como docente.
Todos fueron llevados al estadio Chile, habilitado como centro de detención, donde Víctor Jara, tras ser reconocido por los militares, fue separado de los demás prisioneros y sometido por varios días a torturas, entre ellas quemaduras con cigarrillos, simulacros de fusilamientos y la fractura de sus manos con golpes de culata.
El artista, señala la resolución, fue "agredido físicamente, de forma permanente, por varios Oficiales".
El 16 de septiembre el Estadio Chile fue vaciado de prisioneros, con excepción del cantautor y de Litré Quiroga Carvajal, que fuera director de la Empresa de Ferrocarriles del Estado durante el gobierno de Salvador Allende (1970-1973).
Ambos fueron llevados a un subterráneo del recinto y acribillados a tiros.
Víctor Jara recibió 44 impactos de bala y tenía numerosos huesos fracturados, según determinó el informe de la autopsia que le fue practicada tras el hallazgo de su cadáver, en la parte posterior de un cementerio situado en el área sur de Santiago, donde también se encontraron los cuerpos de otras tres víctimas.
"Estaba torcido, tenía las manos quebradas y muchos impactos de bala", dijo en su libro "Un Canto Truncado" su viuda, la bailarina británica Joan Turner, recordando el momento en que reconoció su cadáver, en el Servicio Médico Legal.
Joan retiró el cadáver y lo sepultó en el Cementerio General de Santiago, en un funeral al que además de ella sólo asistió un amigo que condujo la carroza fúnebre. EFE
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