Washington, (EFE).- El estado de Nueva York y el de Arizona llegaron este viernes a sendos acuerdos con el Gobierno central para reabrir inmediatamente la Estatua de la Libertad y el Gran Cañon, que han permanecido casi dos semanas cerrados al público por la paralización del presupuesto federal.
En un comunicado el gobernador, Andrew Cuomo, anunció que el estado pagará los salarios de los agentes del Servicio de Parques Nacionales que no trabajaban desde el 1 de octubre por el cierre de la Administración Pública.
La Estatua de la Libertad, una de las más importantes atracciones de la ciudad de Nueva York, estará abierta a visitantes desde el sábado.
El gobernador Cuomo dijo en un comunicado que "la Estatua de la Libertad es uno de los lugares más reconocibles del país, atrae a millones de visitantes al estado cada año y su cierre estos últimos 12 días ha tenido un impacto terrible en la economía local y la industria del turismo".
Cuomo recordó que cada día que la Estatua de la Libertad permanece cerrada los negocios locales que viven del turismo se ven perjudicados, por lo que han decidido "dar un paso al frente y tomar esa responsabilidad" del gobierno federal.
El presupuesto para turismo del estado de Nueva York se encargará de los 61.600 dólares diarios que cuesta mantener abierto el monumento.
Por su parte, el gobernadora de Arizona, Jan Brewer, ha llegado a un acuerdo con el Gobierno federal para que puedan reabrir el Parque Nacional del Gran Cañón, con la misma técnica: utilizando el presupuesto del estado para financiar la reapertura.
"Estoy contento por haber acordado con la Administración Obama dar la vuelta a sus políticas y permitir que Arizona reabra el Gran Cañón, nuestro mayor tesoro paisajístico y una fuente crucial de ingresos", indicó Brewer, gobernadora republicana muy crítica con el presidente estadounidense. EFE
Obama y republicanos continuarán dialogando, pero siguen sin llegar a acuerdo
Washington, 11 oct (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, y el líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, John Boehner, acordaron seguir dialogando pero siguen sin llegar a un acuerdo para reabrir la Administración federal y evitar una suspensión de pagos mediante el aumento del techo de la deuda.Obama y Boehner, presidente de la Cámara baja, hablaron por teléfono hoy, tuvieron una "buena conversación" y coincidieron en la necesidad de "seguir dialogando", según indicó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en su rueda de prensa diaria."Necesitamos dejar de usar (la amenaza) de la suspensión de pagos como arma en las negociaciones", reiteró Carney.
El presidente cree que "no podemos permitir que una facción de un partido", en referencia al sector más conservador de los republicanos, "use la amenaza de la suspensión de pagos para obtener concesiones".El portavoz no quiso entrar en detalles sobre las diversas propuestas acerca de las que está dialogando la Casa Blanca con los republicanos y comentó que elevar, aunque sea temporalmente, el techo de la deuda y reabrir la Administración "es lo mínimo que el Congreso podría hacer".Según Carney, Obama tiene "algunas preocupaciones" sobre las propuestas planteadas por los republicanos para poner fin a esta crisis presupuestaria.Los republicanos de la Cámara de Representantes entregaron a la Casa Blanca un plan que incluye elevar el techo de la deuda por seis semanas, hasta el 20 de noviembre, y la reapertura de la Administración durante la próxima semana.
No obstante, ese plan incluye la exigencia de recortes de gastos en algunos programas sociales, entre ellos el Medicare para ancianos y jubilados.Esta propuesta republicana para elevar el techo de la deuda por seis semanas sería votada esta misma tarde o el fin de semana en la Cámara baja, de acuerdo con CNN y The Washington Post.Mientras, la oferta en la que están trabajando los republicanos en el Senado contempla la reapertura de la Administración federal, parcialmente paralizada desde hace once días por falta de fondos, y un aumento del techo de la deuda por tres meses, hasta final de año.
Fue la exigencia de los republicanos de la Cámara de Representantes de vincular la aprobación de los fondos para el nuevo año fiscal a un retraso en la aplicación de la reforma sanitaria promulgada en 2010 lo que llevó a esta situación de cierre de la Administración.La situación va preocupando cada día más a medida que se acerca la amenaza de la suspensión de pagos a la que se vería obligado EE.UU. si no se aumenta el techo de la deuda, que se alcanzará el próximo jueves, 17 de octubre."Estamos obviamente en un mejor lugar que hace unos días", dijo hoy Carney con respecto a los avances en las negociaciones entre la Casa Blanca y los republicanos. DE EFE
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