En un informe publicado hace unos minutos el Fondo Monetario Internacional (FM) recomendó al país que reforme el sector eléctrico, a fin de limitar la carga que le representa en el Presupuesto Nacional, al tiempo que planteó la necesidad de abordar las vulnerabilidades de la economía como una forma de restablecer la confianza de los inversionistas y sustentar la recuperación económica.
Al concluir la evaluación sobre el primer seguimiento del programa post-monitoreo a República Dominicana, el Directorio del FMI indica: “Los indicadores de solidez del sector financiero son satisfactorios en términos generales. Sin embargo, alentaron a las autoridades a corregir el fuerte aumento de la exposición de los bancos al sector público y a mejorar la gobernanza del banco comercial más grande”.
Dice asimismo, que saludan los planes para remediar las deficiencias estructurales del sector eléctrico, al tiempo que enfatizaron en la necesidad de implementar una estrategia integral para mejorar la eficiencia del sector sin deteriorar las finanzas públicas.
Elogiaron los esfuerzos de las autoridades por restablecer la estabilidad macroeconómica y su compromiso con la consolidación fiscal, pero advirtieron que la política monetaria debe estar orientada a mantener una baja inflación y de protección frente a la posición externa.
De igual modo, apoyaron la flexibilización cambiaria, la política monetaria restrictiva, así como en la importancia de seguir adelante con la recapitalización del Banco Central, en lineamiento con la ley de 2007.
A continuación el comunicado del FMI:
El Directorio Ejecutivo del FMI concluye las deliberaciones del primer seguimiento posterior a un programa con la República Dominicana
El Directorio Ejecutivo del FMI concluye las deliberaciones del primer seguimiento posterior a un programa con la República Dominicana
Comunicado de prensa No. 13/396 (S)
9 de octubre de 2013
El 13 de septiembre de 2013, el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó las deliberaciones del primer seguimiento posterior a un programa con la República Dominicana.
A comienzos de 2013, el crecimiento económico de la República Dominicana continuó desacelerándose en un contexto de contracción fiscal y débil confianza. De acuerdo con datos preliminares, el PIB real creció 1,6 por ciento (interanual) en el primer semestre de 2013, después de crecer casi 4 por ciento en 2012 y 4,5 por ciento en 2011. La inflación repuntó a comienzos de 2013, tras una disminución significativa en 2012, debido en parte al impacto de los aumentos de las tasas de impuesto al valor agregado anunciados en noviembre de 2012. En julio de 2013, la inflación general (interanual) fue 5,7 por ciento, es decir dentro de la banda fijada como meta por el banco central (4–6 por ciento).
La consolidación fiscal se puso en marcha a finales de 2012. Las medidas tributarias adoptadas en noviembre de 2012, así como los ingresos extraordinarios relacionados con una nueva ley de amnistía fiscal y el adelanto de pagos de impuestos sobre activos financieros, contribuyeron a incrementar los ingresos fiscales a comienzos de 2013. En el lado del gasto, la inversión pública se desaceleró drásticamente en el primer semestre de 2013 después de una gran expansión el año previo. En consecuencia, el déficit del sector público no financiero se redujo a 1,1 por ciento del PIB en el primer semestre de 2013, comparado con 6,7 por ciento del PIB en todo el año 2012. Con las políticas vigentes, se proyecta que el déficit del sector público consolidado en 2013 disminuirá a 4,3 por ciento del PIB, comparado con 7,8 por ciento del PIB el año pasado.
En mayo de 2013, el banco central flexibilizó la política monetaria para estimular el crecimiento del crédito en respuesta a la debilidad de los indicadores de actividad económica y expectativas de inflación estables. Al final de julio, el crédito al sector privado creció a una tasa interanual de 14 por ciento. La disminución del encaje legal sobre los depósitos en moneda nacional llevado a cabo en mayo fue un factor importante en el repunte del crédito. Las presiones en el mercado cambiario se intensificaron en agosto y el peso se depreció casi 2 por ciento en ese mes. El 28 de agosto, el banco central incrementó en 200 puntos base la tasa de política monetaria, hasta 6.25 por ciento. Al final de agosto, las reservas internacionales brutas se encontraban en US$3,7 miles de millones de dólares.
La perspectiva es de una recuperación económica paulatina con inflación moderada y un fortalecimiento de la posición externa. Sin embargo, persistirán los riesgos a la baja generados principalmente por las dificultades en la recuperación económica de Estados Unidos y Europa, choques en los precios del petróleo, menores precios del oro y las grandes necesidades de financiamiento externo del sector público.
Evaluación del Directorio Ejecutivo
Los directores ejecutivos elogiaron los esfuerzos de las autoridades por restablecer la estabilidad macroeconómica, incluidas las medidas de ingreso y gasto para reducir el déficit fiscal. No obstante, hicieron notar los riesgos a la baja asociados a la incertidumbre de la situación mundial y las grandes necesidades de financiamiento, tanto fiscales como externas. En consecuencia, los directores resaltaron la necesidad de abordar las vulnerabilidades restantes para restablecer la confianza de los inversionistas y sustentar la recuperación económica.
Los directores celebraron el compromiso de las autoridades con la consolidación fiscal y su intención de llegar a balance equilibrado para el sector público no financiero a finales de 2016, lo cual reforzaría la sostenibilidad de las cuentas fiscales. En este sentido, los directores hicieron hincapié en la necesidad de reformar el sector eléctrico para limitar su carga en el presupuesto.
Los directores convinieron en que la política monetaria debe estar orientada a mantener la inflación en niveles bajos y proteger la posición externa, y respaldaron la intención de las autoridades de incrementar las reservas internacionales para que sean equivalentes a alrededor de tres meses de importaciones. Los directores celebraron la flexibilización del tipo de cambio y la adopción de una posición de política monetaria más restrictiva en respuesta a presiones en el mercado de divisas. Los directores tomaron nota con satisfacción de las recientes mejoras en la gestión de la liquidez de corto plazo, y alentaron a las autoridades a continuar modernizando el marco monetario, incluyendo su transparencia. En general, los directores subrayaron la importancia de seguir adelante con la recapitalización del banco central según los lineamientos de la ley de 2007.
Los directores observaron que los indicadores de solidez del sector financiero son satisfactorios en términos generales. Sin embargo, alentaron a las autoridades a corregir el fuerte aumento de la exposición de los bancos al sector público y a mejorar la gobernanza del banco comercial más grande.
Los directores dieron la bienvenida a los planes de las autoridades para remediar las deficiencias estructurales en el sector eléctrico. En este sentido, enfatizaron la necesidad de una estrategia integral para mejorar la eficiencia del sector sin deteriorar las finanzas públicas.
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