lunes, 9 de diciembre de 2013

LOCUCIÓN La vocación del micrófono se traspasa de padre a hijo Son varias las parejas dominicanas que han transitado el camino de narrador y/o comentarista

  • Dennis y Kevin Cabral fueron la primera pareja de padre e hijos en laborar con un equipo de béisbol en la Liga Dominicana.
Santo Domingo
El relevo nunca llegó a concretizarse.
A la hora de pasar el bastón ambos felizmente se aferraron a él y siguen corriendo juntos hacia la meta.
En la rica historia beisbolística del país, un selecto grupo de padres e hijos ha realizado invaluables aportes desde un ángulo diferente: la cabina de transmisión.
Se trata de privilegiados narradores y comentaristas, cuyos hijos crecieron en un mundo deportivo donde los peloteros, juegos y publicaciones de béisbol han estado en primer plano.
La infuencia fue tal que los vástagos terminaron emulándolos y hoy contemplan con satisfacción el trabajo que realizan.
Los Mena
Mickey Mena se inició como comentarista en el 1980 en la singular cadena televisiva que tenía Teleantillas del torneo otoño invernal dominicano, donde hacía pareja con Danilo Domínguez, fallecido hace poco más de tres años. Como tal ha laborado en el torneo local, además, para los desaparecidos Caimanes del Sur, dos veces con los Tigres del Licey, Gigantes del Cibao, y Águilas Cibaeñas desde la temporada de 2008-2009. Desde mediados de los 80s, cuando comenzó con Sport Center, también ha estado en varias transmisiones locales de las Grandes Ligas.
Cuando notó que su hijo José Antonio quería seguirles los pasos, organizó una especie de cadena de transmisión con los juegos de Grandes Ligas en una habitación del hogar.
Allí ambos intercambiaban los roles de narrador y comentarista. Al final le resaltaba lo bien hecho y le corregía aquellos aspectos en los que entendía estaba por debajo.
“Comencé a moldearlo desde que él sintió esas aspiraciones de ser cronista”, recuerda Mickey. “Fue una experiencia familiar fabulosa porque no quería que saliera al aire hasta que no estuviera listo”.
“Definitivamente, el mejor profesor lo tuve yo en la casa, pero uno tiene que poner de su parte para forjar su propio estilo”, enfatiza José Antonio, quien hizo su debut en la estación del 2000-2001, pero no en la “Antesala Roja”, como se tenía programado, sino como narrador del Escogido.
Juan Julio Báez, que desde el año anterior pertenecía al staff escarlata, decidió no narrar ese año y Mickey logró que el presidente de los Leones para la ocasión, el ingeniero Daniel Aquino, llenara la vacante con José Antonio. Para fortuna de ambos fueron compañeros en la cadena televisiva por dos años y luego lo fueron con los entonces Pollos del Cibao.
“Influyó mucho el hecho de venir chiquito al estadio, sentarme en la cabina y verlo trabajar con Billy Berroa”, manifiesta minutos antes de comenzar a narrar por la pantalla chica un encuentro de Licey-Escogido.
Agradece las enseñanzas que tuvo de Osvaldo Rodríguez Suncar, Roosevelt Comarazamy, Mendy López, Radhamés Grullón y otros profesionales del micrófono que compartieron cabina con Mickey. “Le agradezco a mi papá su forma de ser, su humildad. Eso me enorgullece y algo que él dice que no lo puedo decir yo, que le he seguido sus pasos tambien en ese sentido”, apunta.
De tal palo, tal astilla
Dennis y Kevin Cabral han marcado un hito dentro de la historia de las Águilas Cibaeñas al convertirse en la única pareja de “padre e hijo” en llevar las incidencias de los juegos en más de 35 torneos de la pelota profesional dominicana desde la cabina de transmisión del Estadio Cibao.
Dennis se hizo dueño de una reputación de ser muy puntual en sus lineamientos y de gran capacidad a la hora de analizar y emitir criterios sobre el juego.
“Él ha sido una influencia invaluable. Una de las razones fundamentales en mi aprendizaje fue esa base de conocimiento que hice, precisamente por tenerlo a mi lado como una fuente de información en los primeros años de mi vida”. reconoce Kevin.
“Gran parte de mi saber se la debo a él”, agrega Kevin, quien cumplió 26 años laborando como comentarista de las Águilas, el equipo de toda su vida, al cual agradece la inclusión a sus filas siendo un adolescente.
En los últimos años ha incursionado en la narración. 
“Desde que Kevin aprendió a leer, le llamó la atención mis colecciones de revistas The Sporting News; más adelante, por su inquietud e interés de documentarse y conocer sobre los deportes, me di cuenta que él estaba cultivando y formando una estructura que lo llevaría muy lejos, y, gracias a Dios, así ha sido. 
Como los Mena, ellos han tenido la oportunidad de trabajar juntos y con el equipo de su vida.
“Nunca pensé que se presentaría la oportunidad de compartir cabina, pues durante muchos años él residía fuera del país y cuando llegó el momento fue algo muy significativo para la carrera de ambos y, mucho más, el hecho de poder realizarlo con las Águilas”, resalta Kevin.
“Sus logros tienen una alta valoración y me llenan de orgullo como padre”, subraya Dennis sobre su hijo, quien ha integrado el personal de transmisiones de las cadenas internacionales ESPN y Fox.  
“Lo que él ha alcanzado profesionalmente, unido a su comportamiento, para mí no tiene precio. Siento una satisfacción indescriptible”, apunta.
Dennis inició su carrera en la crónica deportiva cuando transcurría el final de la década de los 50. Produjo varios espacios radiales y los llamados “extra innings”. Luego, a principio de los años 70, pasó a formar parte “como comentarista” de la cadena aguilucha, donde permaneció durante 10 temporadas, hasta que fue a residir al exterior.
Desde la temporada pasada, Dennis comparte roles de entrevistador y conductor en los pre y post juegos de las Águilas Cibaeñas.
Los Troncoso
Tomás Troncoso, probablemente el más popular comentarista deportivo del país, festeja su “Boda de Oro” en estas lides y de su emblemático programa “Los Deportes en Marcha (¿Quién no lo ha escuchado?).
No todos saben que se inició con las Águilas Cibaeñas como comentarista en la estación de 1963-64, pero sólo permaneció un año con el equipo santigués porque para la de 1964-65 pasó a comentar los juegos en la cadena común que tenían los Tigres del Licey y los Leones del Escogido.
En el 1963, unido con Billy Berroa y Osvaldo Cepeda y Cepeda, voz comercial, inician el primer proyecto de transmisión de los partidos de Grandes Ligas. El mismo se llamó “La Cadena de los Grandes” por Radio Universal, que terminó siendo la génesis de “La Gran Cadena de la Calidad”, en la que cuatro años más tarde el “El técnico de los ojos verdes” pasa a formar parte de su su staff.
Luego, junto a Roosevelt Comarazamy y Fernandito González Tirado, inicia en los años 70s por HIZ el recordado “Grandes Ligas en Acción”, uno de los más escuchado de la radio nacional.
“Desde que tengo uso de razón estoy viendo béisbol”, expresa Tommy, de 45 años de edad.
El no precisa el año, pero sí recuerda que comenzó a finales de la década del 90 en el programa “La Hora del Deporte”, que producía Héctor J. Cruz, “y después fui involucrándome poco a poco”.
Desde el pasado año está en la antesala de los Tigres, labor que hace unos ejerció con el Escogido a raíz de uno de los pocos pleitos que su padre sostuvo en su larga relación con el equipo azul.
Desde el 2010 en el programa televisivo “Out 37” por CDN, Canal 37. También tiene el placer de realizar todos los sábados un programa con Tomás en ESPN Radio.
“Básicamente, la influenia de mi padre hacia mí ha sido con el ejemplo, con su dedicación con estos 50 años que el tiene muy profesional, muy fiel a sus anunciantes, muy fiel a sus emisoras, muy fiel a todo”, explica.
“Tommy ha querido seguir mis pasos”, señala Tomás, quien fue exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano en el ceremonial del año 2005 en calidad de propulsor. 
“Él tiene muy buena memoria y constantemente está buscando y rebuscando en internet”, declara. “Simpatiza por los Cardenales (de San Luis), pero no no tanto como yo, que soy un enfermo”.
Los Báez
Los comienzos de Juan Julio se remontan al 1992, un año después de haber creado junto con Frank Micheli la Cadena Deportiva Oriental, en su natal ciudad de La Romana, pero no como narrador, sino como empresario.
La tarea de llevar las incidencias de los juegos quedaba en manos de su padre a Juan Báez y Leonidas Henríquez con  Lucas Garó en los comentarios.
De su padre heredó la voz y una pasión por el deporte que con el paso del tiempo se fue incrementado. 
No obstante, el mayor responsable de haberlo sentado en una cabina de transmisión fue Henríquez, quien en el quinto inning de un juego aprovechó lo sorprendió en el aire al decir “ahora lo dejamos en compañía de Juan Julio Báez, quien narrará el resto del partido”.
Las intenciones que tuvo Henríquez de dejarle la bola en la mano fueron tan en serio que se paró de su asiento y se marchó.
“Desde que estaba chiquito iba al estadio detrás de mi papá, pero yo nunca había hecho nada de eso. Simplemente, era el empresario, el coordinador de la cadena”, rememora,
Hombre de temperamento fuerte, Juan Báez, en realidad, lo que siempre quiso fue que Juan Julio lo premiara y se premiara con un título universitario.
Éste se decide por estudiar Licenciatura en Derecho y se lo comunica. “Yo no sé si Derecho o torcido, a mí hay que traerme un título”, recibió por respuesta. 
Juan Julio lo complació y hoy es uno de los abogados más prestigiosos de La Romana.
No obstante, eso no ha impedido que, tras la ocurrencia de Leonidas Henríquez, también haya emulado a su padre.
En sus primeros partidos, Juan Julio se agotaba de tal forma que al completar tres entradas estaba tan cansado que parecía que había dado  un jonrón de piernas.
“No podía narrar más de tres innings porque me ahogaba, me cansabaÖ”. dice.
“Es que tú estas hablando por la nariz. No sabes respirar”, le explicó Juan Báez y le recomendó unos ejercicios, al igual que a los locutores comerciales de la cadena, Máximo Contreras y Manuel de Jesús.
“Juan julio es un buen narrador. Ha aprendido bastante, no es mucho mejor porque no le ha dedicado el tiempo que le he dedicado yo”, considera el veterano narrador, quien
primero comenzó como narrador de boxeo y describió por Radio Clarín las mejores veladas boxísticas acompañando a Billy Berroa, Félix Acosta Núñez y Max Álvarez.
En béisbol ha estado Deportes en La Cumbre, Gran Cadena de la Calidad, y como narrador en español de los Medias Rojas de Boston, Fox Sport Internacional. 
Aquí ha formado parte de las cadenas de los desaparecidos Caimanes del Sur, Leones y con los Azucareros del Este desde sus inicios en 1983
Los Tueny
Michael creció acompañando a sus padre a las canchas de baloncesto, de béisbol, a “La Bolera” o cualquier otra actividad deportiva.
En el 97-98 entra al programa radial “Guelo Tueny en los Deportes” por decisión propia. Nunca su padre lo instó para que siguiera este oficio.
“En ningún momento me lo insinuó. Escuchándolo me motivé y comencé a ir al programa”, explica Michael sobre la forma como comenzó.
Al año siguiente incursiona en la narración deportiva en Deportes en La Cumbre.
“Le robé varias frases,..la línea de hit (“Líineaaa...!”, muy parecido cuando un bateador se poncha (“Le hizo swing y no encontró nada!), el cuadrangular (Atráaas la boolaaa!” y otras.
“Hay que copiar lo mejor”, entiende para luego aclarar que también imita a su padre como una especie de homenaje.
“El tiene las herramientas, tiene las condiciones. La experiencia lo llevará a ser mejor”, subraya Guelo, un destacado narrador de baloncesto, béisbol e hipismo.
“Tiene buen metal de voz, conocimiento del deporte y pronuncia bien las palabras”, agrega sobre Michael, quien está en “Cadena Roja” desde el 2010-2011.
Guelo compartió desde la década del 70 con Tomás Troncoso tanto en las transmisiones del basquet superior como en el béisbol con el Licey.
Locutor versátil, comenzó por casualidad en ambos casos y de la mano del publicista Nandy Rivas, quien mantenía excelentes relaciones afectivas comerciales con San Lázaro y el Licey.
Tras su abrupta salida de ese club a finales de los 90s, se ha mantenido alejado del torneo local, pero, con su excepcional voz y agudos comentarios, se mantiene activo con sus espacios radiales por ESPN-y CDN Radio.
Los Bejarán
Melvin José Bejarán nunca dio notaciones de que iba a emular a su padre en la crónica deportiva.
El deporte siempre le ha gustado, pero no más...sin embargo, viendo y escuchando narrar a José Bejárán se fue motivando y comenzó a seducirle la idea de ser comentarista.
Relata, sin embargo, que su padre y su madre Cecilia Oviedo “me cayeron encima” y lo hicieron cambiar de parecer para que entrara al mundo de la narración.
“Yo, en realidad, no pensaba dedicarme a esa carrera hasta que terminé el bachillerato”, declara Melvin José, quien comenzó a narrar en el 2007 en CDN, un año antes se graduarse de Licenciado en Comunicación Social en la UASD (2008).
Como quería que su progenitor le escuchara y evaluara su nuevo trabajo le conminó. 
“Yo estaba motivadísimo narrando mi juego y cuando termino le llamo y me dijo que la narración no fue buena”, lo cual ha podido comprobar escuchando la misma varios años después.
“Eso me hirió el amor propio y le puse mucho empeño para buscar la aprobación de él y me ha dado tremendo resultado”, confiesa.
“Mucha gente no sabe que cuando Melvin José comenzó yo lo grababa desde Estados Unidos, nos comunicábamos e íbamos analizando su narracion jugada por jugada, tratando de buscar mejoría y un estilo en su forma de narrar”, relata José Bejarán, quien luego de “hacer” radio durante diez años en Maryland, Estados Unidos, ha retornado al país y a la narración, la que comenzó en 1980 con el equipo de softbol los Astroboys de Toshiba.
Luego continuó con los Leones del Escogido, Pollos del Cibao y ahora con las Estrellas Orientales gracias a Osvaldo Rodríguez Suncar, director de Comunicaciones del club oriental, y a Jorge Torre “que me señaló el camino”. También estuvo dos años con los Indios de Mayagüez en la Liga de Puerto Rico en el segundo lustro del decenio del 80.
“Estoy orgullosísimo de ver a mi hijo formado como todo un profesional. Es un muchacho formal, preparado, que nunca ha descuidado sus estudios”, destaca Bejarán, también un connotado locutor noticioso que estuvo en la época de oro del noticiero Radio Mil Informando.
“Me siento muy bien cuando la gente me reconoce y detiene en las calles para preguntarme si soy el padre de Melvin José”, refiere.
Los Martino
Otro caso de padre e hijo que han laborado en las cadenas de los equipos es de Tano y Tanito Martino, con las Estrellas Orientales.
Tano, fallecido en el decenio del 90, fue un consagrado hombre de béisbol, pese a que fue un exitoso empresario.
Comentarista tanto de radio como de televisión, Tano fue el autor de la famosa frase “Este es el año verde”.
Sobre la fanaticada de los Paquidermos decía que “Son como los monjes, pocos pero buenos”.
El palco de prensa del Estadio Tetelo Vargas lleva el nombre de Tano Martino.
Su hijo Tanito también llegó a comentar con el club en algunas temporadas.

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