Con misas, actos culturales y una peregrinación en la capital, miles de salvadoreños y extranjeros recordaron el martes el 35 aniversario del martirio de monseñor Oscar Arnulfo Romero, que el 23 de mayo será proclamado beato.
Por su parte, el Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos David Morales dijo que “monseñor Romero representa un caso de demanda de justicia para el pueblo de El Salvador y para los pueblos oprimidos del mundo”.
Seguidores de Romero, muchos de ellos extranjeros; el presidente Salvador Sánchez Cerén y el Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, David Morales, participaron de una misa en la pequeña capilla del hospital La Divina Providencia que atiende a enfermos de cáncer terminal y donde el prelado fue asesinado.
El obispo de Saltillo, México, monseñor Raúl Vera, presidió la emotiva misa. “Don Oscar es un don que va a ayudar a la Iglesia a recuperar su sentido profético y no cabe duda que sus méritos están en la presencia de Dios”, dijo a AP. Agregó que “Don Oscar es un poderoso intercesor del mundo en este momento para todos nosotros y una luz para la Iglesia”.
La pequeña capilla del hospitalito para cancerosos no fue suficiente para albergar a los miles de peregrinos que esperaron que terminara la misa.DE AP
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