miércoles, 14 de septiembre de 2016

La avenida Monumental está a oscuras y sumida en el deterioro -

La falta de iluminación nocturna, grietas en el asfalto y las aceras, el robo de las tapas de las cloacas y un tránsito vehicular totalmente desordenado convierten la avenida Monumental en un verdadero pandemonio.
La falta de iluminación nocturna, grietas en el asfalto y las aceras, el robo de las tapas de las cloacas y un tránsito vehicular totalmente desordenado convierten la avenida Monumental en un verdadero pandemonio. (Edward Roustand)
- La avenida Monumental presenta un descuido progresivo. La falta de iluminación, el deterioro de sus aceras y las grietas en el asfalto, empeora el tránsito que se desenvuelve en dos reducidos carriles.
Comerciantes y residentes de Los Girasoles coinciden en que durante el día la vía, que comunica al cementerio Cristo Redentor, se convierte en un pandemonio y cuando llega la noche es “una boca de lobo”, debido a la falta de iluminación.

Con una distancia menor a los cuatro kilómetros, la avenida recibe un importante tráfico. Y es que negociantes y desarrolladores de proyectos habitacionales han sabido aprovechar su cercanía al centro de la ciudad, instalando allí sus empresas y construyendo residenciales.

Como consecuencia, en horas de alta confluencia (7:00-9:00 a.m. y 5:00-7:00 p.m.), el tránsito vehicular se torna pesado. El deterioro de la capa asfáltica complica aún más la circulación. A este tráfico se le suma la cantidad de camiones y maquinarias que se utilizan en la construcción de proyectos habitacionales en esta zona del Distrito Nacional.

Deterioro afecta economía

El tránsito empeora cuando hay entierros, especialmente, los fines de semanas y días feriados, cuando las personas acostumbran a visitar las tumbas de sus seres queridos.

La poca iluminación preocupa a quienes transitan por esta avenida. “Esto es una boca de lobo desde la funeraria municipal hasta el cementerio”, asegura Lali Severino, control de la ruta que viaja desde Los Girasoles hasta la avenida Duarte. La vía, que nace en el kilómetro 12 de la autopista Duarte y muere en el camposanto, se caracteriza por sus pendientes, las que cuando llueve se convierten en un verdadero dolor de cabeza de los conductores, debido a las lagunas que se forman.

Al respecto, Severino dijo que los choferes “pegan el grito al cielo” cuando por el deterioro de la vía, se ven obligados a sustituir las piezas de sus vehículos.

El comerciante Orlando Doñé también exigió que las autoridades o entidades correspondientes doten de luminarias todo el trayecto de la Monumental. La estrecha vía también carece de señalización horizontal, lo que incide en que los conductores utilicen el carril en dirección opuesta. Mientras en el tramo norte sur, próximo a la entrada del residencial Renata III, los transeúntes deben abandonar la acera, porque la maleza y el fango les impiden el paso.

En algunas áreas de la vía, donde abundan las ventas de flores, las aceras funcionan como parqueos.
Atracos a la orden del día por falta de iluminación 
La poca iluminación favorece las condiciones para que desaprensivos cometan fechorías en horas de la noche. Tanto así, que hay tramos de esta corta avenida que los residentes de esta zona “respetan” por la cantidad de atracos que se realizan. Anderson García, es un joven que ayuda a sus familiares con un puesto de comida cercano al cementerio, asegura que por allí nadie está excepto de ser la próxima víctima de un asalto a mano armada.
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