Miembros armados de la pandilla "G9 y Familia" participan en una marcha contra el primer ministro de Haití, Ariel Henry, en Puerto Príncipe, Haití, el 19 de septiembre de 2023. Amnistía Internacional (AI) pidió este martes al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que el despliegue de la misión multinacional liderada por Kenia en Haití incluya parámetros de protección de los derechos humanos.
"Unos parámetros claros, obligatorios y aplicables deben detallar las medidas operativas de supervisión que impidan el uso ilegal de la fuerza, las negligencias que causen daños a la población local y otros abusos antes del despliegue", afirmó el director para Kenia de la organización pro derechos humanos, Irungu Houghton, en un comunicado.
Además, Houghton exigió que la misión incluya "medidas sólidas para proteger a las personas contra la explotación y los abusos sexuales", y que garanticen "recursos accesibles y efectivos para las víctimas".
AI denunció la "historia profundamente preocupante" de Haití de "abusos e impunidad" en "anteriores intervenciones multinacionales o extranjeras".
"Estas intervenciones han carecido de mecanismos de rendición de cuentas por el uso excesivo de la fuerza y han sido testigos de una amplia gama de abusos, incluida la explotación sexual", subrayó Amnistía.
AI emitió el comunicado después de que el Consejo de Seguridad aprobara este lunes el despliegue por un año (prorrogable) de la fuerza multinacional, con trece votos a favor, dos abstenciones (Rusia y China) y ningún voto en contra.El presidente de Kenia, William Ruto, subrayó hoy que el nuevo dispositivo debe dejar una "huella diferente en la historia de las intervenciones internacionales en Haití", después de la trágica experiencia que supuso la última misión de cascos azules en el país.
Tras trece años y medio, la misión conocida como Minustah se retiró de Haití en 2017, después de un gran escándalo, al demostrarse que sus miembros fueron responsables de un vertido de aguas que ocasionó un brote de cólera que mató a más de 7.000 personas, además de acusaciones de abusos sexuales.
Haití está inmerso en una profunda crisis marcada por la violencia extrema, con grupos armados que controlan la capital, Puerto Príncipe, y otras partes de su territorio y son responsables de centenares de asesinatos, violaciones, secuestros y otros crímenes.
El Gobierno keniano envió el pasado agosto una delegación al país caribeño para llevar a cabo una primera evaluación de la situación sobre el terreno.
La ONU ha reiterado que la eventual misión no se asemejaría a una fuerza de paz o de interposición, como suele ser habitual, sino que sería una mera fuerza de apoyo policial a las órdenes de la Policía haitiana.
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