Hace cuatro meses comenzaron los trabajos de rescate y ya se tienen los primeros resultados de un hallazgo catalogado de primera importancia para la historia arqueológica dominicana: los restos de uno de los naufragios más antiguos del Caribe fueron encontrados en la costa norte del país, entre los cabos Macorís, en Puerto Plata; y Francés, en María Trinidad Sánchez.
Se estima que el pecio, como le llaman a los restos de un naufragio de interés arqueológico, data de la primera mitad del siglo XVI, dijeron a LISTÍN DIARIO ejecutivos de la Oficina Nacional de Patrimonio Cultural Subacuático (ONPCS) y de la empresa estadounidense Deep Blue Marine, encargada de las exploraciones en este punto de la costa.
Aunque no se aventuran a confirmar el nombre de la embarcación, Wilfredo Féliz, director nacional de Patrimonio Cultural Subacuático, dice que hay posibilidades de que se trate del galeón español San Miguel, que naufragó en la zona en 1550 impactado por un huracán.
Alejandro Selmi, director de Arqueología de Deep Blue Marine, sugiere que la fecha pudiera ser más reciente pero asegura que la gran sorpresa inicial de la exploración fue confirmar que la primera moneda encontrada fue acuñada en 1550.
Con sede en Utah, la firma mantiene desde 2010 una relación contractual con el Estado dominicano que le permite explorar dos puntos de la costa norte. La empresa, que se dedica a recuperar bienes de naves hundidas siguiendo rigores científicos y arqueológicos, ha realizado exploraciones subacuáticas en el país desde 2007, una de las más importantes en la bahía de Samaná, donde trabajaron el naufragio del barco de guerra francés Le Scipion, hundido en 1782.
Bienes encontrados
La ONPCS ha confirmado que han sido encontrados alrededor de 700 objetos en el área del naufragio, entre ellos figuras de jade, joyas, piedras de balasta, figurines precolombinos de 2 y 3 pulgadas, cañones y alrededor de 500 monedas de plata y bronce.
En declaraciones al diario británico Daily Mail, Deep Blue Marine informó que las miles de monedas que se encuentran en el fondo marino podrían valer millones de dólares. Esta información ha provocado que algunas publicaciones señalen que el conjunto de los bienes encontrados conforma el mayor tesoro hallado en aguas del Caribe.
La ONPCS, en cambio, prefiere verlo de otra forma.
“El hallazgo es singular y muy importante porque se trata de una nave muy antigua, de 1550 hacia atrás. Para nosotros no tiene mayor importancia que aparezcan joyas. Estamos centrados en que es un barco muy antiguo que representa los primeros capítulos del período colonial de la historia dominicana. No es un tesoro monetario, lo que se ha encontrado es un tesoro de valor histórico y arqueológico”, indica Féliz.
VALOR HISTÓRICO Y ARQUEOLÓGICO
Pese a lo importante del descubrimiento, para la Oficina Nacional de Patrimonio Cultural Subacuático (ONPCS) no es el más importante encontrado hasta la fecha. “Es un descubrimiento de primera importancia pero todavía no lo categorizaría como el más importante. Hemos descubierto galeones españoles (el Guadalupe, Tolosa, Inmaculada Concepción) con sus cargas completas que dan un vistazo de la vida en ese momento, no se trata de un concurso”, indica Wilfredo Féliz, su director.
De todas maneras, sigue, las investigaciones están en curso y no se ha establecido de qué embarcación se trata, aunque los indicios señalan que podría ser la española San Miguel.
De ser cierto, el arquitecto aclara que el tesoro del San Miguel fue rescatado por los propios expedicionarios del barco, por lo que sólo quedaron objetos que se perdieron durante el naufragio y que no pudieron ser sacados del agua.
“Por lo tanto, si es el San Miguel no va a ser un gran tesoro”, explica.
El punto exacto del naufragio del galeón se maneja con discreción por cuestiones de seguridad y para evitar interferencias durante las exploraciones, las que, según Alejandro Selmi, de Deep Blue Marine, se realizan siguiendo todas las directrices arqueológicas y científicas adecuadas.
Todo material rescatado de las aguas dominicanas, además, se maneja y se trabaja en los laboratorios de la ONPCS.
“Las embarcaciones trabajan bajo supervisión directa nuestra. No pueden salir de puerto antes que lo aborde un oficial de la Marina de Guerra, que ha sido entrenado por nosotros para las labores de supervisión. Cuando están debajo del agua los acompaña este supervisor, que es el que lleva registro de lo que ellos van rescatando”, detalla Féliz.
CÓMO LO ENCONTRARON
El equipo de Deep Blue Marine pudo encontrar el punto exacto del pecio gracias a un pescador que vendía una moneda que había encontrado mientras buceaba. La empresa se dio cuenta que se trataba de una moneda muy antigua y le ofreció trabajo al pescador a cambio de que le mostrara dónde la había conseguido.
“Los más grandes descubrimientos arqueológicos comienzan con la intervención de alguien que no es arqueólogo; en el caso nuestro, los pescadores son los primeros que llegan a los naufragios”, señala Wilfredo Féliz, de la ONPCS.
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