Los gritos de Celenia, una de las tres hijas de Dolores Amalia Aracena Santana, anuncian el dolor que cunde en la sala de la casa rosada de la calle Canabacoa en Barrio Lindo, al Sur de Santiago. Tres velones e igual cantidad de coronas de flores rodean el cadáver con heridas en el rostro de la abuela asesinada supuestamente por una nieta de 14 años.
Dolores Aracena, de 94 años, era nativa de la comunidad serrana de San Juan. Ramona Acosta la define como una mujer tranquila, que no se metía con nadie. “Vea, ésta es una familia buena entera”, repite.
María Aracena, una de las hermanas de Dolores es consolada en la puerta por una vecina. “Es una bichita de catorce años, yo no creo que ella hiciera eso sola”, expresa cuando el llanto se hace leve y entonces se permite hablar.
La nieta de Dolores, señalada por la Policía Nacional como responsable del asesinato (cuyo nombre se omite por razones legales) no residía en la casa número tres de Barrio Lindo. Sí la frecuentaba, sobre todo para comer, comentó María.
La menor es hija de una hija de la víctima que vive en Estados Unidos.
La Policía y el Ministerio Público establecieron en Santiago que fue la adolescente de 14 años la persona que el miércoles en la mañana mató a su abuela de 20 puñaladas, supuestamente por asuntos económicos.
El cadáver de Dolores Amalia Aracena Santana será sepultado hoy.
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