SANTIAGO. En la actualidad, la presa de Tavera-Bao es referencia obligada de los munícipes de esta ciudad, y de otras localidades del Cibao Central, que son abastecidas por este embalse, debido a la crítica situación en que se encuentra.
La presa debe estar en 327 metros sobre el nivel del mar para ser utilizada en el suministro de agua potable, y en la actualidad se encuentra en 313.50. Por el bajo nivel de agua, en los últimos días el terreno que ha emergido se ha convertido en un lugar de atracción, donde decenas de personas provenientes de diferentes puntos del Cibao acuden a ver, y otros desde el puente sobre las compuertas observan el panorama.
También se han visto jóvenes montando bicicletas, en un terreno que cuando la presa funciona a toda capacidad, no se puede caminar por la cantidad de agua que almacena. Pescadores con más de 30 años ejerciendo ese oficio en el lugar, afirmaron que nunca habían visto el bajo nivel en que se encuentra la toma de agua. Este embalse tiene capacidad para 170 millones de metros cúbicos de agua y junto a su gemela Bao, puede almacenar 417 millones de metros cúbicos.
Las presas gemelas fueron construidas durante los 12 años del extinto presidente Joaquín Balaguer, cuyas aguas abastecen las hidroeléctricas y a gran cantidad de los pueblos del Cibao Central, e irriga una buena parte de sus tierras.
Las provincias de Santiago y Espaillat son las más beneficiadas con el agua que almacena. En tanto, el director general de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Corasaan), Silvio Durán, advirtió que en caso de que persista la crisis de agua que tiene esta ciudad como consecuencia de los bajos niveles de los embalses de Tavera y Bao, habrá que cerrar los lavaderos públicos y privados.
“Antes de la crisis estábamos suministrando ciento catorce millones de galones a la población, pero luego de la agudización, apenas contamos con ochenta millones de galones ante una demanda en aumento”, subrayó.
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