Montellano, Puerto Plata. Los descendientes de inmigrantes haitianos establecidos en la comunidad de Montellano defendieron ayer su derecho a tener una casa de las que construyó la Fundación El Samaritano.
El anciano Nicolás Cena dijo que llegó al país procedente de Haití hace 37 años para trabajar como picador de caña en el ingenio Montellano, pero se quejó de que se le quiere negar el derecho a una vivienda para sus hijos todos nacidos en territorio dominicano.
Cena es uno, de las 250 familias de Villa Esperanza del barrio Los Algodones, cuyas casas fueron construidas en el 2008 por la referida fundación canadiense que tiene como padrinos a varias familias residentes en Ontario.
El anciano expresó sus inquietudes al ver a los integrantes de la comisión designada por el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, que hizo un descenso en los proyectos construidos por la fundación Samaritano en las comunidades de Montellano y Sosúa, tras la denuncia de que supuestamente las viviendas eran entregadas a ilegales haitianos.
A los pocos minutos de recorrer Villa Esperanza, el gobernador de Puerto Plata, Iván Rivera, dijo que comprobaron, que la mayoría de los beneficiados con las casas son de nacionalidad haitiana.
Dichas familias se establecieron en la comunidad Los Algodones y llevan desde el 2008 en las modestas viviendas en el controversial proyecto Villa Esperanza.
Además de Iván Rivera, la comisión estuvo integrada por Ramón Martínez, director de Naturalización del Ministerio de Interior y Policía; Domingo Francisco, Jeanny de la Rocha, encargada de Asuntos Internacionales, Mario Genao, asistente del viceministro Luis Fernández, y el general de brigada Demóstenes Félix Paniagua, encargado de Asuntos Haitianos de la Dirección General de Migración; general Romel López, de la dirección Norte de la Policía. Informó que los resultados de las investigaciones serán enviados al Ministerio de Interior y Policía.
Además de Villa Esperanza, los integrantes de la comisión hicieron un recorrido por los proyectos Villa Paraíso I y II, Maranata, Villa Manuel, Villa Betances, Nazaret y Villa Esperanza, todos construidos por la fundación El Samaritano y que en su mayoría los beneficiados son dominicanos.
Muestran cédulas y actas de nacimiento
Tras su salida, la multitud de jóvenes, todos nacidos en territorio dominicano, mostraron sus cédulas y otros sus actas de nacimiento.
Delfin Avelino, un estudiante de Derecho, quien sirvió de vocero de la comunidad, recordó que fue en el gobierno de Leonel Fernández que autorizaron la venta de los terrenos para la construcción del proyecto, luego de una petición que hiciera el presentador de televisión, Freddy Beras Goico, para que las autoridades colaboraran en esa causa y que fue acogida con beneplácito.
Lamentó que quieran atemorizar a personas que dieron sus vidas en los ingenios y que vivían en casas de yagua y cartón y que cuando alguien decide ponerlos a vivir como seres humanos se pretenda desviar los objetivos.
Claire Hodgson, de la fundación inglesa Mission Direct, dijo que lleva ya cinco años trabajando en los proyectos que vienen a resolver una situación de pobreza.
El anciano Nicolás Cena dijo que llegó al país procedente de Haití hace 37 años para trabajar como picador de caña en el ingenio Montellano, pero se quejó de que se le quiere negar el derecho a una vivienda para sus hijos todos nacidos en territorio dominicano.
Cena es uno, de las 250 familias de Villa Esperanza del barrio Los Algodones, cuyas casas fueron construidas en el 2008 por la referida fundación canadiense que tiene como padrinos a varias familias residentes en Ontario.
El anciano expresó sus inquietudes al ver a los integrantes de la comisión designada por el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, que hizo un descenso en los proyectos construidos por la fundación Samaritano en las comunidades de Montellano y Sosúa, tras la denuncia de que supuestamente las viviendas eran entregadas a ilegales haitianos.
A los pocos minutos de recorrer Villa Esperanza, el gobernador de Puerto Plata, Iván Rivera, dijo que comprobaron, que la mayoría de los beneficiados con las casas son de nacionalidad haitiana.
Dichas familias se establecieron en la comunidad Los Algodones y llevan desde el 2008 en las modestas viviendas en el controversial proyecto Villa Esperanza.
Además de Iván Rivera, la comisión estuvo integrada por Ramón Martínez, director de Naturalización del Ministerio de Interior y Policía; Domingo Francisco, Jeanny de la Rocha, encargada de Asuntos Internacionales, Mario Genao, asistente del viceministro Luis Fernández, y el general de brigada Demóstenes Félix Paniagua, encargado de Asuntos Haitianos de la Dirección General de Migración; general Romel López, de la dirección Norte de la Policía. Informó que los resultados de las investigaciones serán enviados al Ministerio de Interior y Policía.
Además de Villa Esperanza, los integrantes de la comisión hicieron un recorrido por los proyectos Villa Paraíso I y II, Maranata, Villa Manuel, Villa Betances, Nazaret y Villa Esperanza, todos construidos por la fundación El Samaritano y que en su mayoría los beneficiados son dominicanos.
Muestran cédulas y actas de nacimiento
Tras su salida, la multitud de jóvenes, todos nacidos en territorio dominicano, mostraron sus cédulas y otros sus actas de nacimiento.
Delfin Avelino, un estudiante de Derecho, quien sirvió de vocero de la comunidad, recordó que fue en el gobierno de Leonel Fernández que autorizaron la venta de los terrenos para la construcción del proyecto, luego de una petición que hiciera el presentador de televisión, Freddy Beras Goico, para que las autoridades colaboraran en esa causa y que fue acogida con beneplácito.
Lamentó que quieran atemorizar a personas que dieron sus vidas en los ingenios y que vivían en casas de yagua y cartón y que cuando alguien decide ponerlos a vivir como seres humanos se pretenda desviar los objetivos.
Claire Hodgson, de la fundación inglesa Mission Direct, dijo que lleva ya cinco años trabajando en los proyectos que vienen a resolver una situación de pobreza.
En el sector también hay dominicanos
Villa Esperanza no solo es habitada por descendientes de haitianos, sino por dominicanos. El pastor Joel Louis llegó el siete de mayo de 1989 a Los Algodones, refirió que contrario de lo denunciado de que son ilegales traídos desde Haití, son personas que llevan hasta 40 años habitando la distante comunidad. En Villa Esperanza funciona una escuela, el consultorio médico doctor Umbert Hart, una iglesia, colmados y barberías.
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