Madrid (EFE).- Ante el avance imparable de la quinta ola de coronavirus en España, en varias regiones se aplicará desde esta madrugada el toque de queda con el fin de reducir la movilidad, sobre todo entre los más jóvenes, que disfrutan del ocio en las noches de verano.
En lo que va de semana, España registró 129.098 nuevos contagios de COVID-19 y la incidencia acumulada se sitúa en 537,3 casos por cada 100.000 habitantes, 169,3 puntos más en cinco días, por lo que más que duplica el riesgo extremo (250 casos), según informó este viernes el Ministerio de Sanidad.
Este incremento incesante de casos de covid se refleja ya en los hospitales y en las unidades de cuidados intensivos (uci), si bien en las primeras semanas de esta nueva ola las hospitalizaciones se mantuvieron estables, al afectar sobre todo a población joven, menos vulnerable ante el virus.
Desde el lunes, la ocupación de las unidades de cuidados intensivos (uci) creció del 7,8 % hasta el 9,5 % y la de las camas regulares de hospital pasó del 3 % al 4,2 %. Según Sanidad, la pandemia suma en las últimas 24 horas 31.060 nuevos contagios, lo que eleva la cifra total de infectados a 4.100.222 desde el comienzo de la pandemia y los fallecidos ascienden a un total de 81.096.
El grupo de jóvenes de entre 20 a 29 años sigue concentrando la mayoría de las nuevas infecciones con una incidencia de 996 casos, aunque desciende la transmisión en ese grupo respecto a la semana pasada, y el segundo grupo con más contagios es el de 12 a 19 años, con una incidencia de 837,6 casos, y también va en descenso.
Con la pandemia desbocada, sobre todo entre los más jóvenes, vuelven los toques de queda (restricciones a la movilidad) de madrugada, sobre todo, para evitar las reuniones masivas que provoca el ocio nocturno.
Desde esta madrugada no se podrá circular, salvo casos especiales, por la mayor parte de Cataluña (noreste), incluida Barcelona, su capital y segunda ciudad de España, después de que el Tribunal Superior de Justicia de esa región autorizara esta medida, que solicitó el Gobierno catalán.
Este toque de queda se aplicará hasta el próximo 23 de julio, prorrogable otras dos semanas, ante la “penosa” situación de los índices de contagio y al entender el tribunal que supone una restricción y no una suspensión de derechos fundamentales. Esta región es la más afectada en España en estos momentos, con una incidencia acumulada de 1.160 casos -más del doble de la media española- y cada vez con más pacientes en los hospitales, hasta llegar al 26 % de ocupación en las camas de uci.
Esta medida ya se aplica en municipios de la Comunidad Valenciana (este), y desde hoy también en las zonas más afectadas de Cantabria (norte), entre ellas su capital, Santander, mientras que otras regiones también plantean establecer toques de queda de madrugada. En cada una de ellas se tienen que pronunciar los tribunales de esos territorios, ya que el Gobierno español mantiene que por ahora no es necesario extender la medida al conjunto del país.
Estos toques de queda autorizados llegan después de que el pasado miércoles, el Tribunal Constitucional de España declarara inconstitucional el confinamiento establecido en el primer estado de alarma declarado por el Gobierno en marzo de 2020 al inicio de la pandemia, al entender que para suspender esos derechos de movilidad es necesario un estado de excepción, lo que ha provocado una fuerte polémica en el país.
Dado que la pandemia está afectando sobre todo a los más jóvenes, las autoridades tratan de frenar las aglomeraciones que provocan el ocio nocturno, y donde no hay toque de queda se están tomando otras medias, como la prohibición de venta de alcohol por la noche, en el caso de las Islas Baleares (Mediterráneo).
El objetivo es tratar de frenar los llamados “botellones”, encuentros masivos de jóvenes al aire libre, que se reúnen para beber y bailar. Otra opción es la que tomó Galicia (noreste), que exigirá una prueba diagnóstica negativa para acceder a todos los locales de ocio nocturno DE EFE
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