“Ganamos el reconocimiento porque no nos rendimos. Teníamos un mantra: “We can and we will” (en español: “podemos y lo lograremos”). Sin importar los obstáculos que hayan de por medio, vamos a lograrlo…, nos repetíamos”, dice Cristina Cots, una de los miembros del equipo dominicano Apolo 27, que se convirtió el pasado 29 de abril en el ganador del primer lugar mundial en el Stem Engagement Award del NASA Human Exploration Rover Challenge 2022, que organiza la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
La NASA Human Exploration RC 2022 es un reto de diseño de ingeniería de rover que realiza cada año la NASA y en el que participan estudiantes de secundaria y universitarios de todo el mundo, como parte de los preparativos para la exploración espacial con la misión de Artemis, en el que la NASA enviará antes de 2025 a la primera mujer y la primera persona de color a la Luna para explorar y desarrollar “una presencia humana sostenida”.
Este es el segundo premio, de cuatro años consecutivos participando que se lleva el equipo Apolo 27, conformado por estudiantes del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), luego de que en 2020 los criollos obtuvieran el “System Safety Award” (Premio de la Seguridad del Sistema), tras diseñar el mejor Sistema de Seguridad para un rover.
Inicia el viaje
El viaje de Apolo 27 empezó en Agosto de 2021, cuando sus 15 jóvenes decidieron apostar por una categoría en la que se encontraba la divulgación de las STEM.
“STEM, es el acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas)” y consistía en que teníamos que divulgar como mínimo a 200 estudiantes estas ramas”, explica Mercedes Batista, de 18 años, estudiante de ciencias de la ingeniería.
En primera instancia, los jóvenes estaban enfocados en crear un rover y lo hicieron, sin embargo, debido al nivel de complejidad y los recursos, pero, además, al ver el resultado del primero de tres reportes de evaluación, que no arrojó los mejores resultados y los situaba en una posición desfavorable frente a otros países del mundo, dictaminaron que pondrían su empeño en las STEM.
“Este fue el primer año en el que la NASA puso una plantilla de calificaciones. El primer reporte, que se llama Desing Reviuw, valía 40 puntos y sacamos 16. Ellos nos felicitaron y todo en la presentación… nos dijeron: ¡Lo hicieron muy bien! Pero cuando nosotros vimos eso, nos pusimos la mano en la cabeza y nos replanteamos todo”, explica Carla de la Rosa, estudiante de ingeniería comercial.
De ahí en adelante, Apolo 27 a la cabeza de Irvin Cedeño, director del proyecto, Ezequiel Díaz, profesor de ingeniería mecatrónica y tutor del equipo y la mentoría de Valentín López Jiménez, quien fue miembro del equipo ganador en 2020, elaboró un plan que los llevó a ganarse el corazón de los jueces de la NASA.
Charlas y talleres, Caribe STEM Podcast y STEM TOUR le dieron el premio al equipo dominicano
Apolo 27 empezó su línea de ruta con la difusión de las STEM. No había pasado ni un día de que la NASA les había informado que estaban dentro de la competición cuando en esa primera semana ya tenían programadas algunas 10 charlas y talleres en diferentes colegios y escuelas.
“Yo fui uno con lo que empezamos los talleres en las escuelas y me sentía bien al transmitir de una forma fácil esa información… los niños lo entendían y uno se sorprendía porque eran temas complejos que uno se los ponía más digerible y ellos hacían preguntas avanzadas”, agregó Arturo Alcántara, estudiante de ingeniería mecatrónica.
Con estas charlas y talleres prácticos sobre las STEM, el equipo impactó a más de 800 estudiantes cuando el mínimo eran 200.
Más adelante, al equipo se le ocurre la idea de crear un podcast (Caribe STEM Podcast) para que la información de las STEM llegara a todo el país y a diferentes países también, ya que no existía en español un podcast dedicado a la divulgación de estas ramas.
“Dijimos: en Spotify hay podcasts de STEM en inglés, en alemán, pero no hay podcast en español. En República Dominicana hay muchas personas que no hablan inglés, mucho menos alemán, tenemos que hacer algo en español para la gente de aquí, pero también para Latinoamérica, para que puedan conocer las STEM. Les gustó que fuera muy innovadora la idea de crear ese podcast. En la actualidad, nos escuchan en México, Colombia, Estados Unidos y otros países”, expresó la cineasta Cots.
Lo último que realizó llevó a cabo el equipo fue el STEM TOUR, un evento gratuito y para toda la familia que proporcionó un recorrido por 12 estaciones interactivas (Impresión 3D, Artemis, Los Astros, Telemetría, Bandera en la Luna, Electricidad y otras) dedicadas a las STEM.
“En el tour involucramos a la familia y era para todo el mundo. Conectamos con adultos que cuando eran niños añoraban tener algo así para ellos. El tour duraba dos horas. Nosotros teníamos capacidad para 1,200 personas y recibimos 1800 personas. Era 30 personas por recorrido y nosotros entrabamos hasta 55. En la página web casi 3,000 personas intentaron comprar boletos”, dijo Cots.
“A diferencia de los otros equipos, como muestra de la conexión que logramos en STEM con el público, porque muchos llevaron fotos de niños en un auditorio escuchando una charla, nosotros teníamos un video donde se vía a los niños riendo, interactuando con nosotros, con el contenido, se veía esa ilusión”, añadió De la Rosa.
Un verdadero desafío
Ezequiel Díaz, quien fue tutor del equipo dominicano, explicó en una entrevista a LISTÍN DIARIO que el proyecto, un proyecto al que catalogó como “innovador”, requirió de muchos esfuerzos, disciplina y alta concentración, debido a la rigurosidad de la NASA.
“Hay que destacar la rigurosidad de la NASA con todo...”, señaló Díaz, profesor de ingeniería mecatrónica en el INTEC.
“Este proyecto innovador amerita una alta concentración, disciplina y trabajo de las diferentes áreas, pues para lograr un rover, un vehículo todo terreno de exploración espacial, hay que desarrollar ideas propias y creativas, por ejemplo, tú no puedes comprar una rueda y ponérsela, tienes que diseñar esa rueda, enviar los cálculos, armar análisis de elementos finitos, discutir con ingenieros de la NASA la idea de lo que propones para que pueda ser aceptada”, explica Díaz.
Los 15 miembros de Apolo 27, que no sobrepasan los 22 años de edad, sacrificaron horas de sueño, días de recreo y hasta sus calificaciones para salir adelante con el proyecto.
Una semilla para las futuras generaciones
En nombre de los miembros del equipo, Carla de la Rosa, miembro del equipo Apolo 27 expresó que el reconocimiento que obtuvieron “es una semilla para las futuras generaciones”.
“Esperamos ver los frutos de eso, ver cómo vamos a levantar una generación que va hacer que las STEM estén en el país”, dijo De la Rosa.
De igual modo, el profesor Díaz manifestó que es “un legado a pueblo dominicano”.
“Es un legado que estamos dejando los futuros niños y futuros adultos. Ellos van a encontrar en la historia que un grupo de jóvenes quiso marcar la historia y que contra vientos y marea y dificultades se enfocó y logró una meta de poner la bandera dominicana en lo más alto y número uno en el mundo con esa categoría”, expresó Díaz.
Apolo 27 era el número 118 de 1,000 grupos escolares y universitarios que participaron para ganar este premio.
“Hay universidades en Estados Unidos que armaron hasta 5 equipos en la misma universidad para que califique solo uno”, dijo De la Rosa.
Además, fue uno de los últimos en presentar de los 91 equipos que llegaron a la final.
Determinados a inspirar a los dominicanos en las STEM
Cuando la NASA describe el premio STEM Engagement manifiesta que buscan premiar al equipo que inspira a su comunidad a querer seguir la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas y Apolo 27 puso en lo más alto a los dominicanos.
“La parte más importante de todo lo que nosotros hicimos fue eso. Nosotros fuimos a los colegios, creamos Caribe STEM Podcast, pero también tuvimos el STEM TOUR, que esa fue la parte donde yo siento que realmente hicimos un impacto, porque fue donde nosotros trabajamos cara a cara con las personas viendo cómo realmente estábamos inspirando, estábamos dejando una huella y lo mejor de todo esto fue que nosotros estamos hablando de ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas, tú lo ves y dices: ¡Wow!, qué complejo, pero nosotros se lo explicábamos de una forma que hasta el más pequeñito sabía y entendía”, pone de manifiesto De la Rosa.
Aeronáutica en República Dominicana
En la actualidad, el país no cuenta con una plataforma que unifique los esfuerzos diversos que hay sobre la aeronáutica y el espacio.
Miembros de Apolo 27 expresaron que no porque no está la inteligencia y el talento, sino por “la falta de apoyo para que esas mentes permanezcan aquí y pongan en práctica lo que aprenden”.
“A mí me gustaría que en varios años la República Dominicana no sea el país que lo tiene todo en turismo, sino también en la Ciencia. Que no sólo que sea un país de playas, sino también de mentes brillantes”, externó de la Rosa.
“A pesar de que hay muchos países que concursaron: La India, Suecia, Estados Unidos; países con ingresos altísimos, con porcentaje de educación muchísimo más grande, y que aun así, ellos que tienen todos los recursos no ganaran ante nosotros, creo que es una muestra muy importante de que las mentes brillantes están, la intención está, la motivación, la pasión, la llama que hace que uno se mueva”, añadió.
Los miembros de Apolo 27 agradecieron a Dios por ser la inspiración para el proyecto y a sus familiares por el acompañamiento.
El equipo está integrado por los estudiantes Juan Fernando Castillo Martínez, Angélica Herrera Sánchez, Lesly Marian Valdez Alvarado, Edward Francisco García Rodríguez, Isabella Marie Martinez Mendizabal, Carla Beatriz de la Rosa Hernández, Ángel Diego Peña Calderón, Mercedes Geraldine Batista González, Brian Ariel González Gónzalez, María del Carmen Caraballo Germoso, Arturo Alessandri Alcántara Ceballos, Carlos Alfonso Sulbarán Molero, Cristina Marie Cots Ureña, Santiago Ramírez Echavarría y Paul Arturo Mármol Rodríguez.
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