Los incendios forestales se han constituido en un “dolor de cabeza” para las propias autoridades que tratan de establecer su origen y la manera escalonada en que se producen, además de que son más graves por la fuerte temporada de sequía.
Ni siquiera la reforzada vigilancia ha dado los resultados que se esperaban, mientras las autoridades de tres de las principales provincias de la región Este, La Altagracia, La Romana y El Seibo, trazan una estrategia para reducir los daños y dar con los responsables.
En apenas dos semanas, de 52 incendios forestales, el 70% fue reportado como provocado, de acuerdo a las investigaciones realizadas por personal del Departamento de Gestión de Riesgos y Desastres de la Junta Municipal Verón.
En la actualidad hay solo seis militares en el departamento de Protección Ambiental (SENPA), incluido un coronel y un capitán, sin que cuenten con personal en las áreas de Boca de Yuma, Verón-Punta Cana y Bayahíbe, lo que dificulta una acción efectiva.Joselo Severino, encargado de Medioambiente de La Altagracia, considera una prioridad el aumento del personal, al resaltar el gran trabajo de los Cuerpos de Bomberos de la zona.
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